La Iglesia Católica conmemoró ayer la festividad de los Fieles Difuntos.
“El recuerdo de los difuntos, el cuidado de los sepulcros y los sufragios son testimonios de confiada esperanza, arraigada en la certeza de que la muerte no es la última palabra sobre la suerte humana, puesto que el hombre está destinado a una vida sin límites, cuya raíz y realización están en Dios” (papa Francisco).
En adhesión a la fecha, numerosos vecinos concurrieron al Cementerio para honrar la memoria de sus seres queridos y de todos aquellos que partieron al encuentro con Dios. La Iglesia dedicó la liturgia a animar a los fieles a orar por “el eterno descanso de quienes han muerto, con la esperanza de que todos, en el día que no conoce final, nos podamos reunir en el amor infinito de Dios”.