Cada vez son más los ciudadanos de la región preocupados por el cuidado del planeta. La primera medida se toma en el propio hogar a partir del reciclaje y en ese asunto la “botella del amor” (o “ecobotella”) aparece como una gran opción: dentro de una botella de plástico se llena de nylon, paquetes de galletitas, fideos o de yerba, blister de remedios, envuelto de alfajor, papel film, sachet de leche y demás residuos secos utilizados en la cotidianeidad.
Durante esta semana, en la localidad de 1° de Mayo se cumplió con la misión del reciclaje en el pueblo. Un total de 200 ecobotellas fueron entregadas a la Comuna de Arroyo Barú, quienes se hacen cargo de acopiar las mismas para su posterior tratamiento y reciclado del plástico.
La campaña de “Botellas del amor” fue lanzada hace unos meses por la Municipalidad, ante la preocupación de darle tratamiento a todo el material plástico de un solo uso que se genera en cada hogar o comercio de la comunidad. Para ello, se propone la separación de plásticos domiciliarios de un solo uso y su disposición en botellas o bidones contenedores, creándose de este modo Ecobotellas o también llamadas Botellas de Amor. Esta es una forma de contribuir a darles a los plásticos limpios una nueva utilidad y destino sustentable.
“Agradecemos a todos los vecinos que se sumaron a esta propuesta e instamos a continuar tratando de reducir los plásticos que generamos en nuestros hogares para reducir el impacto que produce el plástico al planeta”, expresaron desde el municipio de 1° de Mayo, departamento Uruguay.
El peso ideal de cada ecobotella es de medio kilo aproximadamente. Para que entre la mayor cantidad posible se recomienda recortar los plásticos en pequeños pedazos y ir comprimiendo con un palo o cualquier elemento que ingrese por el orificio de la tapa.
Las Botellas del amor no sólo se limita a no generar basura, sino que también posteriormente se transforman en madera plástica que puede utilizarse como material de construcción. Todas las cosas que pueden realizarse en madera pueden hacerse con los ecoladrillos. Asimismo, es otra forma de tomar conciencia de todo los plásticos que consumimos y ver cómo podemos reducir su uso a diario.