Se dictó un curso de programación para mujeres

El grupo de docentes que estuvo al frente de esta formación para casi 50 asistentes.

“Ésta fue una experiencia enriquecedora y humana”. Así lo expresó a LA CALLE Emilce Castillo al dar cuenta del cierre de esta capacitación impulsada por Uader y Producción.

En Concepción del Uruguay se impartió, por segundo año consecutivo, el curso Rompiendo estereotipos – curso de programación inclusiva para mujeres y disidencias, implementado por la Facultad de Ciencia y Tecnología de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader) gracias al convenio suscripto con la Dirección de la Producción que posibilitó su financiamiento. Se trató de una importante herramienta de conocimiento puesta a disposición de 46 alumnas para que puedan ampliar su horizonte laboral.
Tuvo como capacitadora a Emilce Castillo, quien, en diálogo con LA CALLE, manifestó que “el objetivo fue enseñar y demostrar que la Informática no es solo para varones”.

Dos modalidades
De acuerdo a lo informado, el curso tuvo en este 2023 dos niveles 1, en las modalidades presencial y virtual, y uno de nivel 2, destinado a quienes hicieron el primero en 2022. Este último incluyó la incorporación de conceptos nuevos. “Al igual que el año pasado, hubo un poco de deserción y las causas fueron las mismas: o porque consiguieron trabajo o bien no pudieron arreglar los horarios para los quehaceres de la casa. Ése fue el común denominador cuando en las primeras clases, denominadas ‘desenchufadas’, empezamos a enseñar pensamiento computacional y a cómo resolver los problemas con la lógica de un ordenador”, consignó Castillo.
La capacitadora manifestó que “intentamos conocerlas y en sus relatos se reflejó que no se animaban o porque eran madres y debían hacerse cargo de su hogar y, por eso, debieron abandonar los estudios.

Trabajo final
“En el último encuentro las chicas mostraron su página web. Durante estos 3 meses de cursado les acercamos las herramientas y los conceptos necesarios para que pudieran elaborarla. Fue así que ellas contaron por qué la hicieron: la mayoría dijo que sería destinada a emprendimientos propios y a otras a negocios familiares. Además se dio cuenta de la gama de colores elegida. Nosotros, como docentes, sentimos mucha emoción y orgullo por la confianza que adquirieron durante la formación. Ellas ingresaron con mucho miedo. Pero les quisimos demostrar que todo el mundo puede programar más allá de una cuestión de género, edad o nivel social”, añadió. “Ésta fue una experiencia muy linda, enriquecedora y humana”, subrayó Castillo en torno a lo vivido.
En referencia a si habrá una nueva edición, la entrevistada afirmó que “todo dependerá del Municipio. Desde Ciencias y Tecnología siempre estamos con las puertas abiertas para vincularnos y poder enseñar”.