La engañaron con el cambio de billetes. Entregó una fuerte suma en moneda nacional y extranjera.
Una nueva estafa a adultos mayores se produjo en Paraná. Este lunes, una mujer adulta mayor, domiciliada en calle Gualeguaychú de Paraná, fue víctima del «cuento del tío» y le robaron diez mil dólares y 100 mil pesos.
La comisario Blanca Ramírez, subjefa de la división Delitos Económicos, afirmó que los delincuentes trabajan «sobre diferentes modalidades de estafa, como la denominadas ‘cuento del tío’, además tenemos en esta división muchas denuncias de estafas telefónicas, premios virtuales, préstamos, venta de vehículos, pero siempre el método es el mismo, llevar a las personas al cajero y guiarlas en una serie de pasos, terminan entregando todas sus claves, contraseñas bancarias, y así estos individuos transfieren dinero de las cuentas».
“Este lunes, una mujer domiciliada en calle Gualeguaychú recibió un llamado telefónico de una persona de sexo masculino; se identificó como un amigo del hijo. Ante el pedido de que tenía que cambiar los billetes porque según le decían, cambiaban los dibujos, entregó la suma de diez mil dólares y 100 mil pesos», destacó la funcionaria policial.
Trabajan con personal de Inteligencia Criminal, «sobre las pericias telefónicas y los registros fílmicos». Por la tarde de este lunes seguían trabajando en el lugar en que se perpetró la estafa.
Además, dijo que en la división recibieron una denuncia de «una adulta mayor domiciliada en calle Pedro Vargas, a esta mujer le sustrajeron 1.500.000 pesos. Respecto de esta causa, estamos investigando, con los registros fílmicos y además sobre las pericias telefónicas».
Desde la división Delitos Económicos recomendaron tener en cuenta que: para cometer este tipo de delitos «les llaman desde un número privado. Es importante comunicar a nuestros adultos mayores de la familia que ante un número con línea identificada como número privado, es preferible no atender o consultar enseguida quién habla. No tiene uno que entregar los datos, uno es el que debe consultar, no la persona que llama»