Por Nancy Bitenberg
Mucho se habla de la herencia, se llega a ver que es repartida entre lo cultural, verbal, y la más conocida de todas es la que responde a las propiedades. Pero lejos esta columna pretende meterse en incumbencias familiares y legales.
Vamos a reflexionar sobre una herencia poco conocida, poco o casi nada hablada. Es aquella que nos delimita nuestra persona, nuestro cuerpo.
Éste es el conjunto de la estructura física y de órganos que forman al ser humano.
Luego de esta breve introducción, voy a plantear la continuidad después de la vida, para seguir vivo y así enseñando que la solidaridad es continua y desinteresada.
Recordemos: hacer el bien sin mirar a quién. En el proceso de donar nuestros órganos, salvamos otras vidas y ayudamos a que el mundo continúe y dejamos nuestra huella.
El transplante implica cambiar un órgano no funcionante por otro que sí, bajo técnicas altamente desarrolladas científicamente y protocolizadas. Para ello debe haber un donador y uno o varios receptores.
Dentro de la atención primaria de la salud recalcamos la calidad de vida y los cuidados. Así empezamos a pensar que el otro es parte nuestra, como si fuera un rompecabezas, donde todas las piezas juegan un rol importante en el anclaje social. Hay veces en que las piezas se pueden ir desgastando, se van ajando, añejando y hasta perdiéndose, pero si procuramos cuidar con todo nuestro afán, se mantendrá firme y en unidad.
Como verán, pasarán los años y en su transcurso, si forjamos los valores de solidaridad y amor por el prójimo, será una evolución positiva. Hay campañas de concientización sobre la importancia de Donar salva vidas. Seamos benefactores.
Los invito a jugar con sus libres pensamientos, pregunten, consulten, soliciten información y divulguen lo que saben al respecto para que entre todos podamos ayudar a que en la balanza de la vida haya siempre más donantes que receptores.
Fuente para consultas: Incucai (jurisdicción provincial Cucaier). Centros de Salud de todos los niveles de atención. Personas transplantadas, familias que en su momento vivieron el proceso de búsqueda de un donante. Todos somos donantes y en algún momento podemos llegar a ser receptores.
Que tengamos un bello día y a poner en práctica nuestros valores.
(*) Médica General y Familiar, Geriatría. MP 9860. Preguntas y sugerencias para esta sección: 3442 45-4077.