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domingo, diciembre 15, 2024

Salud… Cambalacheando

Por Nancy Diana Bitenberg (*)

Que el mundo fue y será una belleza ya lo sé, en el 510 y en el 2022 también. Que siempre ha habido enfermedades, pandemias y luego alegrías por doquier. Pero que todo esto depende de nuestro influencer interior.
Para que todo cambie, y siga un ritmo acaparador de iones positivos en nuestro balance: no comamos tanto merengue, bailémoslo. Hoy resulta que la stevia nos ayuda a mejorar, así que el azúcar parece que ya fue. Seamos sabios emprendedores de nuestro porvenir, usemos razonablemente nuestros recursos para el bien. Lo mismo enseñemos a los demás. Habrá solo equidad y amor igualados. Todo será distinto, lo mismo que la pasión. Que ganancia de respeto y de la razón del corazón tendremos. No habrá obesidad, solo sobrepeso de cariño. Las vidrieras serán espejos de nuestra felicidad, sólo solidaridad y facilidad para compartir. Se mezclarán las almas sin heridas, los sables irán directo a forjar nuestro suelo fértil de ideas, la Biblia sonreirá frente al sol.
El tango Cambalache es la más famosa obra que compuso en 1934 Enrique Santos Discépolo. Aunque hayan pasado más de 78 años, su letra es un claro reflejo de la sociedad de su momento. La obra nació durante la Década Infame, un período de fuerte crisis económica e incertidumbre política en Argentina. La canción denuncia los males de una sociedad deteriorada, pero podría valer para otros momentos y lugares, de ahí su pervivencia hasta el presente en multitud de versiones porque nos habla del desamparo de la sociedad. Cambalache actúa como un aglutinador de identidades, donde todo se mezcla, todo es igual en términos negativos. Una respuesta de carácter ético y existencial. Por eso es necesario construirnos otro ideario, superador. Una imagen que nos proyecte y nos mejore como seres humanos. Siglo 21, te deseo lo mejor, luego de 22 años, controla tu temperatura, haz crecer los árboles, no permitas hacernos llorar, y sólo robemos amor. Volteemos las hojas, que nos vamos a encontrar, no piensen mal, no se sienten, no al sedentarismo y sí a la actividad. Laburemos que nuestro cuerpo y mente nos lo necesitan, esa es la ley. Anímense todos, hoy lo hice yo (shhh, no lo transmitan que los derechos de autor, no los pagué). Sonrían, la vida nos da oportunidades, disfrútenla.

(*) Médica General y Familiar, Geriatría. MP 9860. Preguntas y sugerencias para esta sección: (whatsapp) 3442 45-4077.

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