El empresario del agro redactó el mensaje desde la celda que ocupa a la espera de novedades en la causa.
El miércoles 5 de abril pasado, el empresario Francisco Sáenz Valiente pidió una hoja y una lapicera en la celda que ocupa en una de las comisarías de la Policía de la Ciudad. Luego se sentó sobre la estrecha cama en la que duerme y escribió una carta para los padres de Emily Rodrigues, la joven brasileña de 26 años que estaba en su departamento el jueves 30 de marzo en una fiesta after de consumo de drogas y murió luego de caer seis pisos al vacío en circunstancias que todavía la Justicia investiga.
En la carta, el hombre de negocios asegura que la joven “se tiró” y que hizo “todo lo posible” para salvarla. Además, menciona los dos llamados que hizo al 911 previo a la caída de Emily. Esas comunicaciones fueron corroboradas, y quedaron asentadas en el expediente. Además, pide que se aclare su inocencia.
En la carta, el empresario se refiere al hecho como un “accidente” y una “tragedia” .
“Lamento mucho el accidente de su hija. Hice todo lo posible para evitar que salte por la ventana. Fue trajedia (sic) y llamé al 2 veces al 911 para pedir ayuda a la Policía”, comenzó Sáenz Valiente.
Los que menciona el empresario, no fueron los únicos llamados que se hicieron en el momento en que Emmily Rodrigues estaba a punto de caer. Juliana Magalhaes, la otra mujer que estaba en el departamento, hizo también cuatro llamados a emergencias, según quedó constatado en sus registros telefónicos.
Sáenz Valiente cierra la carta pidiendo por su inocencia: “Usé toda mi fuerza para salvarla. Desde la cárcel les mando mis enormes condolencias. Espero que se aclare mi inocencia”.
Mientras tanto, la Justicia avanza con la investigación para saber que pasó realmente aquella mañana en el departamento y los pasos judiciales se aceleran. El próximo martes concluye el plazo legal para que el juez Martín Del Viso resuelva la situación procesal de Francisco Sáenz Valiente En su indagatoria, así como en las llamadas al 911 que realizó antes de la muerte de Rodrigues, Sáenz Valiente afirmó que Rodrigues estaba “como poseída” y que comenzó a morder y atacar a los presentes, para luego arrojarse al vacío.
Por lo pronto, las pruebas en la investigación a cargo del fiscal Santiago Vismara son condicentes. La autopsia al cuerpo de Emmily, realizada en la Morgue Judicial por el tanatólogo Héctor Di Salvo, que detectó 27 heridas superficiales, múltiples fracturas y órganos desgarrados, determinó que todas las lesiones que sufrió la joven brasileña fueron compatibles con la caída que sufrió y que no había evidencias de maniobras defensivas de la víctima. Di Salvo reafirmó sus conclusiones este jueves al ser citado como testigo. Después, están las declaraciones de las tres mujeres que estaban en la fiesta junto a Emmily y Sáenz Valiente: Juliana Magalhaes, oriunda de Brasil, a quien el empresario de la minería y el agro conocía de “la noche”, Dafne, una joven cubana y Lía Figueroa, una mujer argentina, con quien Sáenz Valiente tenía un vínculo de años y que dejó el departamento poco antes de que Rodrigues pierda la vida.
Todas coincidieron en lo mismo: que Emmily comenzó a perder el control, en lo que parecería ser un episodio psiquiátrico.