Sabag Montiel: “Quise ajusticiar a una chorra”

Sabag Montiel intentó asesinar a Cristina Fernández de Kirchner.

Las afirmaciones forman parte de un informe en el que intervinieron médicos legistas, psicólogos y psiquiatras. Según los peritos, el acusado “conoce la criminalidad de sus actos”

Fernando André Sabag Montiel, el hombre que intentó asesinar a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, afirmó que “el acto fue más simple de lo que todos creen”, que nadie se lo dijo y que “no tiene tanta mística”, según surge del perfilado criminalístico que fue incorporado esta semana al expediente judicial, en el que se consignó que el atacante es “narcisista” y se compara con el expresidente sudafricano Nelson Mandela.
La afirmación forma parte de un informe en el que intervinieron médicos legistas, psicólogos, psiquiatras; no implica una confesión; y, si bien robustece la idea de que los atacantes pudieron haber actuado solos, no conduce a los investigadores a abandonar las pistas que tienden a determinar si alguien lo manipuló, afirmaron fuentes judiciales.
Para los investigadores sigue despertando más interés el perfil de Uliarte, que aparece como quien pudo haber manipulado a Sabag Montiel y como aquella que podría tener otro tipo de conexiones: de hecho creen que fue ella la que le hizo escribir una carta para pedirle al dirigente de la Nueva Centro Derecha Hernán Carrol que le designara un nuevo abogado.
El estudio, determinó que Sabag Montiel tiene una personalidad “narcisista”, que en su actitud se destaca la “pedantería” y la “vanidad”, y que su discurso es “engorroso, extravagante y tedioso”, según pudo reconstruir Télam de fuentes con acceso al expediente.

“Un aprendizaje”
Del informe incorporado al expediente surge que “las consecuencias de la acción” llevada a cabo el pasado 1 de septiembre “no fueron pensadas pero tampoco le interesaron” a Sabag Montiel quien, además, definió su actual estado de detención como “un aprendizaje”.
“Para mí estar acá es un aprendizaje para poder tener introspección y analizar. Esto es un aprendizaje”, afirmó el imputado que, según el informe, “cree que si bien la justicia es divina el paga por los errores de los demás y por los propios” y “se equipara con (Nelson) Mandela en su condición de recluso político”.
La información ingresó al expediente en la misma semana en la que la vicepresidenta Fernández de Kirchner, que reviste la calidad de víctima y querellante, adelantó a través de su cuenta personal en la red social Twitter que va a recusar a la jueza Capcuhetti.
La recusación estará basada en el manejo de la pista “Casablanca”, abierta a partir del testimonio de un asesor del Frente de Todos en la Cámara de Diputados que dijo haber escuchado al diputado nacional de Juntos por el Cambio, Gerardo Milman, hacer un comentario sobre el ataque antes de que ocurriera.
El testigo, declaró el 23 de septiembre: “Escucho con mis propios oídos que Milman dice ‘textual: cuando la maten yo estoy camino a la costa’ ”.

A partir de esa declaración comenzó un legajo de investigación reservado que permitió a la jueza Capuchetti y al fiscal Rívolo constatar a través de distintas medidas de prueba que el 30 de agosto (fecha señalada por el testigo) Milman había estado con dos colaboradoras (Ivana Bohdziewicz y Carolina Gómez Mónaco) en la confitería Casablanca a la hora señalada en el testimonio.
Esta semana, los abogados que representan a la vicepresidenta en el expediente, José Manuel Ubeira y Marcos Aldazabal, volvieron a reclamar la realización de esa medida, pero esta vez ante la Cámara Federal porteña a aunque a sabiendas de que “si había una prueba, esa prueba se perdió”, según afirmaron en la audiencia.