Bombardearon Zaporiyia y capturó la mayor planta nuclear europea. Zelenski acusa de terrorismo nuclear.
Después de que el Ejército ruso no tomara el control absoluto de Ucrania en los primeros días de lanzar el ataque a gran escala contra su vecino país, los expertos militares advirtieron que usarán tácticas cada vez más brutales.
Rusia insiste en que su objetivo es “desmilitarizar” Ucrania al tiempo que avanza con su agresión hacia ciudades más grandes, con la mirada puesta en Kiev, la capital, principal punto estratégico político y militar. En la embestida, Moscú lanzó bombardeos en áreas residenciales y capturó centrales nucleares.
Este viernes, en el noveno día de la invasión, la planta de energía nuclear de Zaporiyia fue alcanzada por bombardeos rusos, lo que provocó un incendio y aumentó los temores de un desastre que podría afectar a toda Europa central con efectos durante décadas, incluso mayores a los causados por el desastre de Chernóbil en 1986. Según un comunicado del Ministerio del Exterior ucranio, “se produjo un incendio que causó varios muertos y heridos”, aunque no concreta el número de víctimas. El ejército ruso mantiene cautivos a los trabajadores que estaban de guardia en la central.
Zaporiyia es la central nuclear más grande de Europa. A diferencia de Chernóbil, cuya explosión tuvo lugar en un reactor, la planta cuenta con seis reactores nucleares y tiene una capacidad total de casi 6.000 megavatios. Si explota, causaría un desastre “seis veces peor” que Chernóbil. “Si hay una explosión, ese es el final para todos. El fin de Europa”, afirmó Vladímir Zelenski.
Las fuerzas rusas avanzan por el flanco sur —donde tomó el control de Jersón, una ciudad clave en el mar Negro— y el este del país, asediando hasta la extenuación las ciudades que aún no pudo ocupar. Ahora, tras hacerse con la estratégica central de Zaporiyia, avanzan hacia Vasilivka.