La maniobra busca incrementar la confianza mutua y crear las condiciones para nuevas negociaciones.
Rusia y Ucrania retomaron este martes las negociaciones presenciales en Turquía, en el Palacio de Dolmabahçe de Estambul, con el principal objetivo de acordar un alto el fuego. Tras la jornada inicial con tres horas de reunión, Rusia anunció su compromiso de reducir sus ataques sobre Kiev y el norte de Ucrania, mientras que la delegación ucraniana solicitó que ocho países sean garantes de su seguridad.
Rusia se comprometió a reducir las “actividades militares en Kiev, en la ciudad de Chernígov y en el norte de Ucrania”. El viceministro de Defensa ruso, Alexander Fomin, aseguró en un comunicado que el objetivo de esta retirada parcial es “incrementar la confianza mutua” mientras se suceden las conversaciones para lograr un alto el fuego.
Además, el jefe negociador de la delegación rusa, Vladímir Medinski, afirmó que están dispuestos a que Volodímir Zelenski y Vladímir Putin se reúnan una vez que se apruebe un borrador del tratado de paz, una reclamación que había reiterado Ucrania en numerosas ocasiones.
El asesor de Zelenski, Mijalo Podoliak, afirmó que durante las negociaciones pidieron que varios países actúen como garantes de la seguridad de Ucrania en un posible acuerdo de paz. La petición es la contrapartida a que Ucrania renuncie a estar en la OTAN, como reclama Rusia. La idea es que varias potencias acepten un compromiso firme para que, en caso de nuevo ataque sobre Ucrania, se comprometan a intervenir.
Podoliak también añadió que las negociaciones se prolongarán durante las próximas dos semanas y confirmó que un posible encuentro entre Putin y Zelenski será posible cuando haya un borrador de paz.
«No coman, no beban, no toquen nada»
Dmytro Kuleba, ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, advirtió a sus delegados que “no coman, no beban, ni toquen nada” en la nueva reunión. La advertencia se dio luego de la noticia en la que se indicó que Roman Abramovich, magnate ruso y dos delegados ucranianos sufrieron síntomas de envenenamiento tras un encuentro en Kiev a principios de marzo.