Fueron dos las ciudades atacadas por el ejército ruso que dejó al menos 10 muertos.
Ataques con misiles rusos en la ciudad de Mykolaiv, en el sur de Ucrania, mataron al menos a cinco personas, según informaron las autoridades ucranianas. Fue el más reciente de una serie de bombardeos en todo el país en el último día que dejaron al menos 10 muertos y casi 20 heridos en las regiones del este y sur.
Si bien Mykolaiv fue blanco de la artillería rusa en los últimos días, los misiles también alcanzaron la ciudad de Zaporizhzhia el miércoles, un ataque que podría señalar la determinación de Moscú de retener el sur de Ucrania mientras apunta a conquistar completamente el este. Por su parte, las fuerzas ucranianas han intensificado las acciones en el sur.
En esa línea, el principal diplomático estadounidense acusó a Moscú de cometer un “crimen de guerra” al deportar por la fuerza a cientos de miles de hombres, mujeres y niños ucranianos a Rusia en un intento por cambiar la composición demográfica de Ucrania.
El secretario de Estado Antony Blinken manifestó que entre 900.000 y 1,6 millones de ciudadanos ucranianos, incluidos 260.000 niños, han sido interrogados, detenidos y deportados a Rusia, en áreas que incluyen el extremo este del país.
“El presidente Putin y su gobierno no podrán cometer estos abusos sistemáticos con impunidad. La rendición de cuentas es imperativa”, dijo Blinken. “Estados Unidos y nuestros socios no guardarán silencio. Ucrania y sus ciudadanos merecen justicia”.
Algunas de las muertes de civiles ocurrieron en la provincia de Donetsk, que es parte de una región donde los separatistas prorrusos han luchado contra el gobierno ucraniano durante ocho años y que el Kremlin tiene la intención de capturar.
La ciudad de Bakhmut enfrentó un bombardeo particularmente fuerte como el foco actual de la ofensiva de Rusia, dijo el jefe administrativo de Donetsk, Pavlo Kyrylenko.