Rueda atada con alambre

Sergio Pilepich
Periodista

La Federación Entrerriana de Fútbol suspendió la semana pasada el inicio del Torneo Copa Entre Ríos “Argentina Campeón del Mundo”. ¿Las razones que impidieron dicho comienzo?: “De logística y organización”. La realidad es que se les hizo demasiado cuesta arriba a los clubes contratar el servicio de Policía Adicional debido al considerable incremento del mismo, ya que la variable para el cálculo de las horas/hombre de dicho servicio se relaciona directamente, por Decreto, con el valor de la nafta súper.

El tarifazo del combustible
La pelota no rodó el fin de semana pasado en las canchas entrerrianas. La F.E.F. tenía todo organizado para el comienzo de la Copa Entre Ríos; tal es así que el miércoles 10 publicó en su página oficial la programación de partidos de la 1ª Fecha, donde 46 equipos -1 quedaría libre-, representando a las 19 Ligas Afiliadas.
El día viernes 12 se difundió el escueto comunicado oficial informando que “razones de logística y organización impiden dicho comienzo”. Sorprendente y extraño, porque no se visualizaban impedimentos.
Algunas voces de alarma ya se habían escuchado. Porque los costos de participación se evaluaron y confeccionaron a principio de diciembre, cuando hubo que confirmar las participaciones, y se llegaba al arranque con otros números. La suba del combustible, aproximadamente del 100 %, modificó notablemente lo que se había estimado para traslados de los planteles, más allá que en el comienzo del torneo las zonas son organizadas por cercanía geográfica. Otra variable respecto del combustible es el viático de los árbitros, que cobran un arancel fijo pero además el viático de traslado y esto obviamente también se vio afectado.
Pero todo detonó cuando los clubes que tenían localía en la primera fecha llegaron a las departamentales de Policía a contratar el Servicio de Adicionales para los operativos en los estadios, se encontraron con un duro golpe, debían abonar el doble de lo estimado.
El Decreto 1239/09 que regula el Servicio de Policía Adicional, en su Anexo I, Artículo 6°, establece que el monto de un servicio adicional “quedará fijado automáticamente, que variará con el valor del litro de nafta súper” y agrega “tomando como base el valor de una hora de Servicio Adicional, equivalente a cuatro (04) litros para los servicios ordinarios y de seis (06) litros para los servicio especiales”. Según el Artículo 16° de la misma norma, los sábados y domingos los servicios son especiales.
La cuenta es sencilla, el doble de lo que se calculó en diciembre a la hora de confirmar las participaciones. La contratación de 1 solo agente x 4 hs. representa el importe de 24 litros de nafta súper, teniendo en cuenta que el mínimo exigido era de 6 agentes, solo resta multiplicar y sacar conclusiones. Atento a esto y al resto de los gastos que requiere la “organización y logística” de abrir un estadio para jugar un partido de fútbol, el costo de cada jornada superaría claramente el costo de la inscripción al torneo, que fue de 200.000 pesos.

Parche a la globa y a rodar
El texto que precede fue publicado el domingo pasado en mi red social Facebook con el objetivo de visibilizar la problemática. Que vale aclarar: no es responsabilidad de las partes involucradas, todo venía más o menos bien hasta el exagerado aumento del combustible y eso es obra de un solo actor, el estado nacional. Decíamos que sería importante el transcurrir de la semana pasada para distinguir si el Gobierno Provincial iría en concordancia con el Nacional, o no. Claramente para el Presidente de los argentinos, basándonos en su pensar expresado en declaraciones públicas, el estado no debería intervenir para resolver este tipo de inconvenientes, que juegue el que pueda. Pedíamos que, ojalá el conflicto se encare aquí de otra manera, como debe ser, con un estado presente y brindando soluciones. Tener en cuenta que esta problemática se trasladará a los torneos de Liga, la solución no deberá ser de ocasión, sino prever el futuro inmediato de los comienzos de los certámenes domésticos, que se encontrarán con la misma problemática en tema seguridad.
En la mañana del jueves en la Jefatura Central de la Policía de Entre Ríos de la capital provincial, el Licenciado Claudio González y el comisario Cristian Ormaechea, Jefe y Sub Jefe de la fuerza provincial, recibieron al Secretario de Deportes de la provincia Sebastián Uranga, a Hugo Grassi de la Federación Entrerriana de Clubes y a Nelson Casis y Federico Almada en representación de la Federación Entrerriana de Fútbol.
A priori una buena muestra de intenciones para trabajar en conjunto, aplaudible en cuanto es la punta del hilo para comenzar a desenredar el ovillo. La solución, al menos al corto plazo, fue sólo emparchar la globa para ponerla a rodar. Según se les informó a los clubes, deben hacer un contrato de adicionales por 4 efectivos. Así se jugará al menos la primera etapa del torneo.

Compromiso y futuro incierto
La reducción del número de efectivos se mantendrá mientras los múltiples actores (ligas, clubes, dirigentes, jugadores, entrenadores, hinchas) hagan mantener el normal desarrollo de los partidos; difícil tarea para aquellos que hacen malabares para poner a su club a competir y deberán rezar para que ningún inadaptado genere violencia. Ante el menor de los incidentes, se aplicarán duras sanciones y se elevará el número de efectivos. Lamentablemente los años de cancha en el lomo nos hacen pesimistas, y será difícil controlarlo. Además, según los analistas económicos es muy probable que tengamos nuevos aumentos en el combustible, y volveremos a foja 0, al punto de partida del viernes 12 de enero, porque subirán los costos y menos de 4 efectivos será imposible de sostener. Estas últimas son solo especulaciones que ojalá no pasen. ¿Qué pasará si en algún momento del torneo algún equipo sin chances de clasificación saque la cuenta y le sea más conveniente abonar una multa por no presentación que jugar de local? Ante estas especulaciones y escenarios imaginarios, pero que no nos sería extraño que sucedan, la Mesa de Trabajo conformada deberá apuntar en la reunión de Febrero a intentar modificar el régimen de adicionales para los eventos deportivos, que no son de ocasión y que permanentemente requieren de dicho servicio. Ya no se puede sostener la misma norma para que contraten una entidad bancaria y un club de fútbol, mientras que una genera importantes ganancias, la otra raspa la olla para participar de un torneo, cumpliendo con creces una función social preponderante en las distintas barriadas entrerrianas. La actualidad pega duro. Obviamente, esto es sólo fútbol. Está claro que lo más relevante pasa por la vida cotidiana de los argentinos, abollada rápidamente a base de ajustes, tarifazos y palazos. Pero propongo el fútbol como un botón más de muestra para que aquellos que siguen sintiéndose extrañamente sin perjuicios y ajenos, entiendan que las piñas empiezan a entrar por todos lados, y así, indefectiblemente llega el nocaut. A levantar la guardia.