La Policía recuperó 10 inodoros que habían sido colocados recientemente, pero los daños han sido múltiples. Destruyeron instalaciones sanitarias, puertas y diversos artefactos.
La policía de Entre Ríos logró recuperar algunos elementos que fueron robados durante la madrugada de ayer en la escuela primaria número 2 Juan José Viamonte, aunque hasta el momento no se registraron detenciones vinculadas a la investigación.
La comunidad educativa de la ciudad amaneció convulsionada este lunes, luego de que se conoció el hecho delictivo ocurrido en el establecimiento ubicado sobre calle Mitre, entre Santa María de Oro y Combatientes de Malvinas. Allí, un número no determinado de delincuentes ingresaron y se llevaron al menos diez inodoros que formaban parte de un proceso de ampliación de los sanitarios.
Según lo que pudo reconstruir un cronista de La Calle, los ladrones trabajaron durante la madrugada y cortando con una amoladora una cadena de enormes eslabones que impedía la apertura de un gran portón de metal que brinda acceso a la escuela por la esquina de calles Mitre y Santa María de Oro.
Una vez que los intrusos lograr ingresar, los destrozos siguieron con total impunidad. Fueron a uno de los cuerpos de baños, barretearon una puerta y al no poder abrirla ingresaron por un ventiluz, para después cortar desde adentro la cerradura.
Se robaron los cuatro inodoros que estaban colocados en ese baño, seis más que se sacaron del baño que está en obra y afloraron el del baño accesible, pero no se lo pudieron remover. En total, se llevaron diez inodoros y sólo dejaron este último porque no pudieron retirarlo.
Con el paso de las horas y gracias a la presión ejercida en redes sociales, la policía descubrió siete de los inodoros robados que fueron abandonados o escondidos en la vía pública. Primero aparecieron 4 en un descampado de calle Belgrano al 550 y luego recuperaron tres más en un zanjón de Santa Teresita al 400. Todavía resta recuperar tres más.
Pese a que se recuperó parte de lo sustraído, esta situación representa un verdadero dolor de cabeza en medio de una situación crítica de pandemia, ya que si las autoridades sanitarias determinan el retorno de las clases presenciales, la escuela no está en condiciones de brindar los requerimientos mínimos de higiene para recibir a los estudiantes.
Además de haber removido los inodoros, los delincuentes rompieron caños y otros elementos que deberán ser reemplazados para terminar la obra, lo que implica un nuevo gasto económico que hoy es difícil de sobrellevar.
