La comunidad educativa de la Escuela N°116 Cabo Misael Pereyra no sale de su asombro luego de que delincuentes ingresaran a robar dos veces y en diferentes días. Entre los elementos faltantes están mesas, sillas, útiles, juguetes y un costoso pizarrón magnético recientemente incorporado.
La comunidad educativa de la escuela 116 Cabo Misael Pereyra, no sale de su asombro luego de que delincuentes ingresaron a robar dos veces y en diferentes días.
De acuerdo a lo que pudo reconstruir la redacción de este espacio, los ladrones ingresaron al establecimiento educativo por el sector del jardín de infantes. Para ello, rompieron una reja y forzaron una ventana.
Si bien no hay un detalle definitivo del botín de los asaltantes, trascendió que se llevaron: mesas y sillas de niños, un espejo, un pizarrón magnético recientemente adquirido y muy valioso, muchos útiles escolares y una cantidad importante de juguetes.
Pese a la libertad con la que se movieron los ladrones, no pudieron completar el robo; ya que las autoridades de la escuela comunicaron que además de lo sustraído, habían preparado una cantidad considerable de elementos para ser sustraídos.
Hasta el momento no se sabe si los intrusos fueron sorprendidos por alguien y debieron escapar, si se vieron asechados por los primeros rayos de luz del día o si simplemente creyeron que podían volver una tercera noche; para terminar de retirar más artículos del lugar.
Ahora, la comunidad educativa de la escuela, deberá trabajar para conseguir los fondos necesarios para hacer las reparaciones necesarias en la ventana por la cual ingresaron. También deberán trabajar y recaudar fondos para intentar recuperar el material didáctico y poner en condiciones algunos armarios que fueron destrozados.
Si bien la policía no lo informó de manera oficial, será importante el análisis de las cámaras de seguridad que puedan hacer los investigadores; con la única intención de intentar determinar cómo ocurrió el hecho y si existe algún sospechoso.
Por último, cabe destacar que muchos establecimientos educativos de la ciudad suelen ser asaltados durante los recesos de verano, por lo cual llama la atención que no exista algún esquema de seguridad que intente preservar el capital educativo de las escuelas públicas de Concepción del Uruguay.