A pocos días de que comience el verano y se activen las temporadas, creció la advertencia respecto a que la costa atlántica bonaerense podría sufrir este año las condiciones macroeconómicas y perder turistas frente a otros destinos fuera del país.
Según un informe de la Fundación Ecosur, que dirige el expresidente del Banco Central Guido Sandleris, la estadía de dos semanas para cuatro personas en Mar del Plata, con alojamiento y consumos (en dólares), es 35% más cara que en Cancún (México) y 50% más costosa que en Río de Janeiro (Brasil). El balnerario uruguayo Punta del Este, en tanto, es US$554 más caro mientras que el ranking lo lidera Miami, en Estados Unidos.
El contraste con Río de Janeiro es tal que, al incluir traslados ida y vuelta y seguro de viaje, el destino brasileño es apenas US$10 más caro que ir a veranear a Mar del Plata. Estos factores sí encarecen más a Uruguay, México y Estados Unidos.
En otra comparación, Despegar ofreció paquetes con traslado y hospedaje para la fecha de las fiestas (7 noches entre el 22 y el 29 de diciembre) para Río de Janeiro y Bariloche. En el primer caso, hotel 4 estrellas, el valor asciende a US$1.194. Mientras que en el destino patagónico, con un hotel 2 estrellas, el valor del paquete es de US$1.124. US$70 de diferencia.
¿Por qué es más caro en Argentina?
Según la consultora, “la apreciación del peso argentino y el aumento de precios en la costa atlántica argentina ha hecho que la estadía en varias ciudades turísticas extranjeras resulte más económica que en la costa argentina”.
Según un informe de GMA Capital, con información del Bank for International Settlements (BIS), el peso argentino lidera el ranking global de apreciación monetaria durante los primero 10 meses del año, al registrar un aumento del 40,1%.
A la comparación Río de Janeiro se le agrega otro componente: la depreciación del real de este año que se ha profundizado en las últimas semanas y “ha abaratado los precios de este país medidos en dólares y pesos”. La moneda brasileña está entre las que más se depreció este año, junto a México y Hungría.
Según Sandleris, “Brasil no estaba tan barato en relación a Argentina (al tipo de cambio paralelo) desde el final de la convertabilidad hace 23 años”.