Los bonos de la deuda argentina sufrieron este jueves caídas generalizadas y el riesgo país se vuelve a encaminar a la zona de los 1.600 puntos, el nivel más alto en cuatro meses.
Esto se produce en medio de la desconfianza de los operadores por el freno a la acumulación de reservas experimentado por el Banco Central de la República Argentina (BCRA).
Además, hay dudas sobre el impacto del duro ajuste monetario dispuesto por el Gobierno con la idea de fortalecer la moneda apuntando a atacar la inflación.
Las caídas de los títulos en moneda dura eran encabezadas por el Global 2046 (-4,1%); el Bonar 2038 (-1,4%) y el Bonar 2030 (-1,5%). Así, el riesgo país medido por el JP Morgan sube 1,1% a 1.595 puntos básicos, el mayor nivel desde inicios de junio.
Desde el BCRA se termina de coordinar con el Tesoro el traspaso de pases remunerados por Letras Fiscales de Liquidez (LEFI) bajo el compromiso de emisión cero, junto a la intervención cambiaria.
Con este mecanismo se buscan absorber pesos pero se complica la recuperación de reservas internacionales, lo que abrió en las últimas rondas interrogantes entre ahorristas e impulsó la tendencia negativa sobre los activos.
Según analistas, como el Gobierno está cerrando todas las canillas de emisión de pesos, esto llevará a corto plazo a que se tengan que vender dólares para las necesidades corrientes.
En este marco, el S&P Merval retrocedió 2,2%, luego de caer 3,28% el miércoles.
Por su parte, los papeles argentinos que cotizan en Wall Street perdieron hasta 3,2% liderados por Banco Supervielle, Loma Negra (-3,1%) y BBVA (3%). Se destaca Globant S.A (1,3%) y Ternium (0,3%).
En lo que va del mes el riesgo país subió 9,6%, para rozar los 1.600 puntos, una zona que no tocaba desde marzo.
El indicador de JP Morgan que mide el sobre costo de la deuda argentina subió 18 puntos en la rueda de ayer, empujado por la caída de los bonos en dólares, que perdieron en torno al 1%.
En julio, la cotización del AL30, el título en dólares con más liquidez, se hundió 15% después de haber llegado a subir 60% a lo largo del año.
El cambio de tendencia se vincula con las dificultades del Gobierno para acumular divisas y fortalecer las reservas, que están en US$ 27.528 millones. Este dato empezó a generar inquietud entre los inversores que temen que el país no pueda cumplir con sus compromisos.
