Recuperar el Mercado 3 de Febrero

Mercado 3 de Febrero de Concepción del Uruguay.

Seleccionar un proyecto arquitectónico para revitalizar este inmueble histórico mediante un concurso nacional, surge como una necesidad evidente. Más importante aún será definir un destino específico para el Mercado. Decisión que debe surgir de la propia ciudadanía, a través de un proceso plural y profundo, de debate e intercambio. Aquí se esbozan algunas ideas.

Por José Antonio Artusi (*)

La Municipalidad recuperó el año pasado la posesión del inmueble del Mercado 3 de Febrero de Concepción del Uruguay. Se trata de un valiosísimo exponente del patrimonio urbanístico y arquitectónico de la ciudad, con un enorme potencial para aportar a la revitalización del centro histórico de la ciudad. Fue inaugurado el 20 de enero de 1944. Sólo cinco días más tarde murió a los 54 años quien como Presidente Municipal, entre 1939 y 1943, había impulsado la concreción de tan importante obra, Ambrosio Artusi.
Se abre entonces una valiosa oportunidad que no debe ser desaprovechada. La legitimidad de las decisiones que se tomen debería estar alimentada tanto por su encuadre en un proceso riguroso de planificación urbanística como en la más amplia participación ciudadana.
¿Cómo recuperar el Mercado? Brindo algunos modestos aportes a un debate que resulta imprescindible.
El Mercado no es una “isla”, forma parte inescindible del centro histórico de la ciudad y debe, por lo tanto, aportar a su revitalización, integrándose de manera armoniosa con su entorno. Para ello hace falta primero tener un plan que establezca un diagnóstico, plantee objetivos y proponga estrategias efectivas. Cabe recordar en este sentido que en el último proceso de planificación que tuvo la ciudad, la reformulación del Plan Estratégico, hace ya 11 años, se propuso un proyecto identificado con el número 59 y denominado “Plan de Mejoramiento del Área Central”, incluyendo la renovación y puesta en valor de la peatonal y el distrito de protección histórica, entre otros ítems.
Suponiendo que se define un plan para el centro histórico de la ciudad en términos generales, hará falta precisar el destino que se le brindará al Mercado. Sugiero definirlo a partir de un proceso de amplia e intensa participación ciudadana. Definido el plan para el centro y el trazo grueso del destino y el programa de necesidades a asignarle al Mercado, la definición del proyecto de arquitectura debería hacerse a través de un concurso nacional. Finalmente, debería seleccionarse por licitación pública la empresa encargada de financiar, construir y administrar las obras necesarias para concretar el proyecto. La contraprestación debería consistir en la concesión de la explotación de los locales comerciales por determinada cantidad de años. De esta manera se apelaría a la participación del capital privado para financiar las obras, pero al servicio de objetivos orientados al bien común y definidos de manera pública. El municipio no erogaría un centavo y se aseguraría futuras rentas pero –mucho más importante– se concretaría un proyecto estratégico, que podría constituir un formidable aporte al desarrollo local.
¿Qué destino podría tener? El mismo que tuvo originalmente, pero adaptado a las exigencias del siglo XXI: un mercado de comidas que sea a la vez un paseo de compras y un centro gastronómico. Un atractivo turístico, con espacio también para el arte, la cultura y el espectáculo. Un sitio que podría ser convocante tanto para los uruguayenses como para los turistas. La oportunidad está planteada. Hay que aprovecharla.

(*) Arquitecto Especialista en Planificación Urbano Territorial, integra la Cátedra de Planificación Urbanística de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UCU.