El aspirante demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, se acercaba cada vez más el jueves a la victoria en la carrera presidencial estadounidense, mientras funcionarios electorales contaban los votos en un puñado de estados que determinarán el resultado final y empezaban a verse protestas en las calles.
El presidente, el republicano Donald Trump, alegó fraude sin aportar pruebas, presentó varias demandas y pidió recuentos en una contienda que no se ha decidido aún, dos días después del día de las elecciones.
La tensión subía y unos 200 partidarios de Trump, algunos armados con rifles y pistolas, se congregaron frente a una oficina electoral en Phoenix, Arizona, después de que corriese el rumor de que no se estaban contando los votos.
En Detroit, las autoridades impidieron que unas 30 personas, en su mayoría republicanos, entraran en un centro de recuento en medio de afirmaciones sin fundamento de que el conteo en Michigan estaba siendo fraudulento.
En otras ciudades, manifestantes anti-Trump exigían que continuase el escrutinio. La policía arrestó a 11 personas y confiscó armas en Portland, Oregón, donde hubo disturbios. También se practicaron detenciones en Nueva York, Denver y Mineápolis.
La carrera presidencial se reduce ahora a cinco estados muy disputados. Biden contaba con una estrecha ventaja en Nevada y Arizona, mientras que Trump veía cómo su ligera delantera se desvanecía en lugares cruciales como Pensilvania y Georgia, a medida que se contaban los sufragios por correo y de ausentes, y se mantenía por poco en Carolina del Norte, publicó Reuters.
El mandatario tiene que ganar en los estados en los que todavía va en cabeza, además de Arizona o Nevada, para obtener la victoria y evitar convertirse en el primer presidente estadounidense en ejercicio que pierde una reelección desde George H.W. Bush en 1992.
Edison Research le daba a Biden 243 de los votos del Colegio Electoral frente a los 213 de Trump. Mientras, algunos medios informaban de que el demócrata ganó en Wisconsin, lo que le otorgaría 10 votos adicionales. Para ganar, un candidato necesita 270 votos.
Biden, de 77 años, vaticinó su triunfo el miércoles y lanzó un sitio web para comenzar la transición hacia una Casa Blanca demócrata en enero.
Trump, de 74 años, lleva tiempo intentando minar la credibilidad del proceso electoral si perdía. Desde el día de los comicios el martes, se ha declarado falsamente ganador, acusó sin pruebas a los demócratas de intentar robarse la elección y prometió combatir los resultados en los tribunales.
La campaña del mandatario luchaba por mantener vivas sus posibilidades con un llamamiento al recuento en Wisconsin -al que tiene derecho dado el escaso margen existente- y pidiendo que se detuviese el escrutinio en Michigan y Pensilvania. La secretaria de Estado de Michigan, Jocelyn Benson, tachó de «frívolas» las quejas del equipo de Trump.
Los republicanos presentaron una demanda en Georgia para exigir que el condado de Chatham, donde se encuentra la ciudad de Savannah, separe y guarde las papeletas que lleguen tarde para garantizar que no se cuentan.
También pidieron a la Corte Suprema que permita a Trump sumarse a una demanda pendiente presentada por los republicanos de Pensilvania para que el estado no valide las papeletas que lleguen tarde.
Estas maniobras formaban parte de un amplio esfuerzo para poner en duda los resultados de una elección que sigue inconclusa dos días después de que decenas de millones de personas acudieran a las urnas en medio de una pandemia de coronavirus que ha cambiado de forma drástica la vida diaria.
«Están encontrando votos de Biden por todas partes: en Pensilvania, Wisconsin y Michigan. ¡Muy malo para nuestro País!», escribió Trump en Twitter.
Biden, por su parte, dijo que cada voto debe ser contado. «Nadie nos va a quitar nuestra democracia, ni ahora ni nunca», afirmó.
Fuente: Reuters