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miércoles, mayo 14, 2025

Quejas por la presión tributaria en la provincia

La presión fiscal provincial era del 4,5% del Producto Bruto Geográfico en 2011 y ascendió hasta el 7,1% en 2020, un 75% más en 10 años, dice el Consejo Empresario de Entre Ríos.

Un informe elaborado por el Consejo Empresario de Entre Ríos indica que “el reverso de la presión fiscal es el tamaño del Estado. En los últimos cinco ejercicios el gasto público en Entre Ríos representó, en promedio, el 39% del PBG. Es un incremento de seis puntos porcentuales con respecto al lustro de 2011 a 2015, cuando el gasto público era, en promedio, el 33% del PBG”.
“Dos de cada tres pesos de la recaudación provincial provienen del Impuesto a los Ingresos Brutos (IIBB), que representa el 4,5% del PBG y explica la mayor parte del incremento de la presión fiscal. Hace una década la provincia recaudaba un 2,3% del PBG por Ingresos Brutos. No es casualidad que el crecimiento de la presión tributaria haya sido motorizado por este impuesto, ya que es el más fácil de incrementar y recaudar”, se agrega luego.
Y se explica las razones: “En primer lugar, porque lo pagan emprendedores y empresas de la provincia, que son una minoría, a diferencia de otros tributos que recaen sobre un conjunto más amplio de los ciudadanos, como los impuestos inmobiliario y automotor. El efecto final de Ingresos Brutos, sin embargo, afecta a todos los ciudadanos, ya que el incremento se traslada a los precios”.
Ingresos Brutos tiene altos costos económicos y sociales. Es un impuesto distorsivo porque no incorpora la neutralidad fiscal y genera un efecto en cascada. El impuesto se paga en cada eslabón de la cadena de producción y, por lo tanto, su peso aumenta cuanto más larga es la cadena de valor”, se señala en otro párrafo.

Potenciar el Impuesto inmobiliario
“El impuesto inmobiliario es el tributo que las sociedades avanzadas utilizan más para financiar el Estado porque grava capacidades contributivas objetivamente exteriorizables. Sin embargo, exige una alta calidad de gestión pública para contar con catastros actualizados en términos de titularidad y valuación actualizada de las propiedades. Las fallas en la recaudación de este impuesto inducen al sector público provincial a maximizar la presión en Ingresos Brutos. Este es un impuesto cuyo diseño y gestión debería ser potenciado, lo que implica profesionalizar el gerenciamiento público”, se apunta.
“El más difícil de abordar es Ingresos Brutos. Este impuesto y las tasas de industria y comercio que los municipios también hicieron crecer en la última década se superponen con el IVA, porque consideran la misma base imponible.
Una solución posible pasa por una reforma integral a nivel de los Estados nacional, provincial y municipal para subsumir los Ingresos Brutos y las tasas de industria y comercio dentro del IVA, que, por su estructura de ser un impuesto exteriorizable en las cadenas de valor, no incrementa el costo intermedio de los bienes y servicios”.

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