El presidente ruso dijo que no rechazaba el diálogo pero que la operación militar especial continuará.
El presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió este jueves que la ofensiva militar lanzada por su país en Ucrania todavía no había empezado «en serio», mientras que las fuerzas rusas llevaron a cabo bombardeos tácticos varias localidades en la cuenca del Donbass, entre ellas la ciudad de Kramatorsk, en su avance para terminar de conquistar el este de Ucrania, incursiones que según las autoridades militares ucranianas causaron al menos la muerte de ocho civiles en distintos episodios.
Al mismo tiempo, en el plano diplomático los gobiernos de los dos países reaccionaron frente a la crisis en el Reino Unido, donde el premier Boris Johnson anunció su renuncia al Partido Conservador que, por añadidura, lo deja en incapacidad de gobernar.
«Todos deben saber que aún no hemos empezado en serio» la ofensiva en Ucrania, manifestó Putin durante una reunión con los líderes de los grupos parlamentarios rusos, retransmitida por televisión.
Y agregó: «Al mismo tiempo, no rechazamos mantener negociaciones de paz, pero quienes las rehúsan deben saber que les será más difícil llegar a un acuerdo con nosotros».
También desafió a las potencias occidentales que apoyan a Kiev a intentar derrotar a Rusia «en un campo de batalla». «Oímos actualmente que (los occidentales) quieren derrotarnos en un campo de batalla», comentó, en tono desafiante. «¿Qué decirles? ¡Que lo intenten!», declaró, después de acusar a «todo Occidente» de haber desatado una «guerra» en Ucrania.










