En la quinta de Olivos, Alberto Fernández y Martín Guzmán analizaron los detalles finales de la nueva oferta a los bonistas que, según trascendió, se publicará hoy en el Boletín oficial y un día más tarde, lunes 6 de julio, será inscripta ante la Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos (SEC). La reunión sirvió para repasar los aspectos financieros de la propuesta y diseñar una estrategia de negociación que permita sumar adhesiones que impliquen bloquear la posibilidad de un juicio por default en los tribunales de Manhattan.
Si la postura de BlackRock y la de ciertos acreedores privados caen abruptamente, Fernández y Guzmán están en condiciones de cerrar un deal que días atrás aparecía casi como un delirante sueño político.
Según interpretan en el Gobierno, la oferta es atractiva para los bonistas y satisface determinadas exigencias que plantearon durante toda la negociación.
El ministro cruzó los límites de sostenibilidad de la deuda externa recomendados por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y achicó su agresivo recorte del capital y los intereses adeudados, ante la imposibilidad de cerrar un deal con la mayoría de los acreedores privados.