Ante la particular campaña afectada por el fenómeno de la Niña, se desarrolló según lo previsto.
Por Carlos Alberto Naveira
El especialista en cultivos y fertilización del INTA Concepción del Uruguay, Juan Manuel Orcellet, brindó detalles sobre lo ocurrido con la implantación del maíz en el presente ciclo.
Esta campaña 2021/2022 se desarrolló según lo previsto, bajo el fenómeno Niña, con rendimientos cercanos al 50% del promedio para esta zona. El Ing. Agr. Juan Manuel Orcellet brindó detalles sobre lo ocurrido con el cultivo de maíz y destacó la importancia tecnológica de los híbridos.
Es una “lamentable situación”, con una “implantación muy buena y buenos logros en control de malezas, se llegó a diciembre con cultivos en muy buenas condiciones. Pero con precipitaciones que rondaron entre los 120 y 130 mm, especialmente en el centro de Entre Ríos.
Cuando la media suele ser de 450 a 500 mm (lluvia). Realmente las precipitaciones fueron muy bajas”. A esas escasas precipitaciones, se sumaron las altas temperaturas que acontecieron en los primeros días de enero. “Fue una combinación catastrófica. Tuvimos buen stand de plantas, buen nacimiento y el cultivo venía bien. Pero, sin embargo, logramos un rendimiento con un muy bajo peso de mil granos. O sea, el rendimiento de maíz se compone de dos componentes grandes: el número de grano por metro cuadrado y el peso de esos granos”.
En esta campaña, el número de granos se vio afectado por la sequía, pero “los cultivos demostraron fijación de buena cantidad de granos. Alrededor de 300 granos por espiga”. Pero “la variable más afectada fue el peso de mil granos. Porque la fijación de granos se dio de inicios de diciembre a mitad de diciembre. O sea, cuando la sequía se fue acentuando (hasta mitad de enero). En ese período dos cuestiones afectaron el llenado de grano: falta de agua y altas temperaturas”. El ciclo del cultivo también se vio afectado.
“Se cosechó a inicios de febrero. Generalmente se levanta el maíz más cerca de marzo. Hubo en este año casi un mes de diferencia entre este ciclo y el anterior. Y ese número menor de granos y menor peso de los granos de maíz se vio reflejado en el rendimiento”. Los rendimientos promedios de la zona “rondarán (estimado) los 2500 kg de maíz. Es decir, un un 40 o 50% de los logros promedios de nuestra zona. Catastrófico podría decirse, pues se había fertilizado bien, se había hecho una buena implantación y el cultivo estaba bien. Faltaron esos milímetros que realmente hizo que se pague caro”.
“A pesar de las circunstancias, desde un punto de vista personal pensé que sería peor… sinceramente, creo que por los materiales que hoy tenemos, los híbridos de maíz, nos permitieron estos rendimientos. Si estuviéramos produciendo con híbridos de los años 90, seguramente el rendimiento hubiera sido cero. Porque realmente fueron condiciones muy extremas, de escasas precipitaciones y altas temperaturas”, concluyó su análisis el Ing. Agr. Juan Manuel Orcellet (INTA).