El retorno del presidente Javier Milei al país tras su primera gira internacional ha suscitado un intenso debate político y social. A pesar del feriado, Milei ha vuelto con determinación, dispuesto a retomar rápidamente las riendas del gobierno y avanzar en un proceso de rediseño que busca reconfigurar la estructura gubernamental y ampliar el espectro de actores involucrados en la toma de decisiones.
El vuelo AZ – 680 de la compañía ITA Airways que lo trajo desde Roma aterrizó puntualmente a las 8:05 de la mañana. La recepción fue cálida, con aplausos al piloto y gestos de apoyo por parte de los pasajeros que compartieron el viaje con el mandatario. Este regreso se produce luego de una gira que ha dejado un saldo positivo en términos de relaciones internacionales, especialmente marcado por la audiencia con el Papa Francisco en el Vaticano y los encuentros bilaterales con autoridades italianas.
La reunión con el Papa fue particularmente destacada, tanto por su duración como por el tono cordial del encuentro. Francisco Sánchez, secretario de Culto, expresó su satisfacción por la amabilidad del Papa y adelantó la posibilidad de una visita papal a Argentina en agosto, un evento que podría tener importantes repercusiones políticas y sociales en el país.
Sin embargo, el retorno de Milei también está marcado por tensiones internas, especialmente con los gobernadores a quienes responsabiliza por el fracaso de la Ley Ómnibus en el Congreso. Esta situación ha exacerbado las disputas políticas entre el gobierno nacional y las provincias, generando un escenario de incertidumbre sobre el futuro de la relación entre ambas esferas de gobierno.
Además, se espera que el presidente busque fortalecer su gabinete con líderes y referentes del PRO, lo que implica un proceso de negociación con el fundador del partido, el ex presidente Mauricio Macri. Este movimiento busca consolidar el respaldo político a su gestión y reforzar su posición dentro del espectro político argentino.
En resumen, el retorno de Milei al país marca el inicio de una nueva etapa en su gobierno, caracterizada por la búsqueda de un rediseño institucional y una estrategia política que busque consolidar su liderazgo y enfrentar los desafíos económicos y sociales que enfrenta la Argentina en la actualidad.
