La senadora electa por Río Negro, Lorena Villaverde, no asumiría su banca en la Cámara Alta el próximo 10 de diciembre y permanecería en su puesto en Diputados, tras una decisión política del Gobierno nacional motivada por las polémicas que rodean a la legisladora, incluyendo sus vínculos con el presunto narcotraficante Fred Machado.
La decisión, que habría sido consumada durante el último fin de semana según altas fuentes del Gobierno, representa un giro respecto al plan original del presidente Javier Milei, quien meses atrás había promovido el ascenso de Villaverde al Senado para fortalecer la representación oficialista. Sin embargo, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, habría insistido en que la legisladora se mantenga en la Cámara Baja, donde aún le restan dos años de mandato.
Dentro de La Libertad Avanza sostienen que la presencia de Villaverde en el Senado podría convertirse en un «factor de desgaste permanente» debido a las polémicas acumuladas, que incluyen denuncias de estafa, precarización laboral con empleados domésticos y sus vínculos con el presunto narcotraficante Fred Machado y su primo Claudio Cicarelli. Según estas versiones, su nivel de exposición mediática en los últimos meses perjudicó al Gobierno nacional, por lo que ocupar un escaño en la Cámara que preside Victoria Villarruel sería «contraproducente».
Karina Milei argumentó que mantener a Villaverde en Diputados como «plan B» evitaría un «vacío» en la bancada libertaria de ese cuerpo, garantizando un voto asegurado en debates clave y preservando su importante relación con las iglesias evangélicas en Río Negro, un apoyo considerado valioso.
Con esta definición, el reemplazo de Villaverde en el Senado recaería sobre Enzo Fullone, quien le sigue en la lista y es un dirigente cercano al círculo de Karina Milei y Eduardo «Lule» Menem. Fullone, con pasado radical y alineado al diputado electo Aníbal Tortoriello, permitiría recomponer la representación libertaria en la Cámara Alta con un perfil menos conflictivo.
Otro factor que pesó en la decisión es la cuestión de los fueros parlamentarios: al permanecer en Diputados, Villaverde conservaría su protección legal, mientras que su llegada al Senado podría derivar en mayor exposición y eventuales pedidos de impugnación por parte de la oposición. El viernes 28 de noviembre juraron 23 senadores, excepto Villaverde, cuyo pliego volvió a la Comisión de Asuntos Constitucionales.
El oficialismo confía en que este reacomodamiento permitirá cerrar un capítulo de tensiones internas y ruido mediático, centrando el debate en la agenda legislativa que el Gobierno pretende impulsar en los próximos meses. Villaverde continuaría así su labor en Diputados, manteniendo su alineamiento con la conducción presidencial y los fueros que le otorgan protección política.










