Polémica por el traslado de los restos de Frondizi

La Comuna de Vicente López conserva y custodia de la bóveda del cementerio de Olivos, donde está sepultado desde su muerte.

Es reflejada en un artículo de opinión publicado en un sitio digital nacional.

En Infobae se publicó un artículo escrito por Carlos Constenla y que da cuenta de la polémica por la intención de trasladar los restos de Arturo Frondizi a Concepción del Uruguay. En la bajada del texto se expresa que “la iniciativa de la comuna entrerriana ya contaría con la aprobación del nieto del ex Presidente. Pero la Municipalidad de Vicente López tiene actualmente la responsabilidad de la conservación y custodia de la bóveda del cementerio de Olivos, donde está sepultado desde su muerte, en 1995”.

Al explayarse, Constenla señala que “se ha generado alguna polémica ante el posible traslado a Concepción del Uruguay de los restos mortales del presidente Arturo Frondizi, que, desde su fallecimiento en 1995, descansan en el cementerio de Olivos. La intención sería colocarlo junto a las cenizas del general Justo José de Urquiza en la Basílica Inmaculada Concepción.

La noticia tomó estado público por un artículo del periodista Claudio Negrete, en el que se cuestiona ese traslado, afirmando que ‘en la Argentina los muertos ilustres no descansan en paz, [son] manipulados para satisfacer deseos de los vivos’. Ante esto, reaccionó Diego Seghetti Frondizi, nieto del doctor Frondizi, explicando por qué dio su consentimiento al traslado de los restos, lo que se supone fue en respuesta a un pedido de las autoridades políticas de la ciudad entrerriana.

“En el fondo, esta cuestión pone sobre la mesa el siempre controvertido tema del lugar en el que deben descansar y cómo deben ser tratados los restos mortales de los próceres. Corresponde que las figuras de la historia sean consideradas más allá del valor que nos merezcan por su actuación. Fueron protagonistas de la vida del país y, por eso, la sociedad tiene que asumirlos como propios.

“Este tema se puede abordar jurídicamente pero, tratándose de personalidades de trascendencia histórica, hay que hacerlo también desde otras perspectivas. Sobre este tema, el Código Civil y Comercial (artículo 61) establece: ‘…en caso de que la voluntad del fallecido no ha sido expresada, o ésta no es presumida, la decisión corresponde al cónyuge, al conviviente y, en su defecto, a los parientes, según el orden sucesorio, quienes no pueden dar al cadáver un destino diferente al que habría dado al difunto de haber podido expresar su voluntad’.

“El extremo exigido en la ley ha sido debidamente cumplido toda vez que fueron sus familiares quienes, hace 27 años, resolvieron que Arturo Frondizi descansara en la cripta familiar del cementerio de Olivos. Un hecho desconocido es que la historiadora Emilia Menotti, trabajando con Frondizi en su biografía, dice que éste le confesó que sabía que, cuando falleciera, iba a estar un par de años en la bóveda de su esposa, pero que su deseo era que sus restos estuvieran en el cementerio de La Recoleta.

“La situación de los restos de Frondizi debe ser considerada a partir de lo que representa como figura histórica, objetivamente y no desde lo que él opinara en torno a determinados hechos y personajes históricos como el general Justo José de Urquiza, cuyas cenizas reposan naturalmente, al igual que los de su cónyuge y sus padres, en la basílica de Concepción del Uruguay, templo en cuya construcción y ornamento mucho tuvo que ver el primer presidente de la Confederación. Cuando la Argentina pidió a Uruguay la repatriación de los restos del general José Rondeau; y a Perú, los del general Mariano Necochea, les fueron negados, porque. a pesar de que ambos se batieron valientemente por la defensa de nuestra patria, los países en que hallaban depositados los valoraban como activos participantes de su propia historia.

“No se trata de negar los derechos que asisten a los descendientes de Frondizi, sino de llamar la atención en torno a las consideraciones tan subjetivas como de imposible verificación en las que se sostienen.

Si bien las valoraciones de su nieto, cuya legitimidad no se discute, deben ser tenidas muy en cuenta, hay otras cuestiones que corresponde atender antes de tomar la decisión de trasladar los restos, como es la posición de los propietarios del sepulcro de Olivos. en que se hallan actualmente, es decir la familia Faggionato: ellos también deben autorizar la salida de la bóveda de su propiedad. Por último, la misma Municipalidad de Vicente López, que es la que debe autorizar el traslado desde el Cementerio a Entre Ríos, porque por la ordenanza 22.449 asumió una responsabilidad de custodia de los restos mortales del presidente”.