Polémica en el Salón Provincial de Artes Visuales por obra premiada que incumpliría el reglamento

El otorgamiento del Primer Premio en Arte Textil del 62º Salón Provincial de Artes Visuales de Entre Ríos a una obra que artistas y gestores culturales denuncian como prácticamente idéntica a otra presentada en la edición anterior ha reabierto el debate sobre transparencia, ética y confianza en los concursos culturales provinciales.

La obra «Flora entrerriana. Primer brote», del artista Fernando Kosiak, ha generado controversia por su similitud con «Flora entrerriana», presentada por el mismo artista en el salón de 2024, donde obtuvo una mención. Esta situación contradice expresamente el artículo 4º, inciso 7 del reglamento del certamen, organizado desde 1963 por la Secretaría de Cultura de Entre Ríos a través del Museo Provincial de Bellas Artes «Dr. Pedro E. Martínez», que prohíbe sin excepciones la presentación de obras seleccionadas en ediciones anteriores.



La polémica se intensificó cuando el propio Kosiak reconoció públicamente en su cuenta de Instagram que se trataba de la misma obra del año anterior, con un fragmento mínimo modificado, nuevo título y texto conceptual diferente. El artista explicó que «Las bases de este año decían que no se podía volver a presentar una misma obra y eso implicó un desafío de reelaboración material y conceptual que dio su fruto».

Testimonios de artistas que participaron del salón señalan que las dos obras mantienen las mismas dimensiones, técnica, paleta cromática, bordado y composición, estimando las similitudes en «un 99% de coincidencia».

El Salón Provincial de Artes Visuales, que durante más de seis décadas se ha consolidado como uno de los espacios más prestigiosos para la creación contemporánea entrerriana, tiene entre sus objetivos fundamentales visibilizar la producción provincial, promover nuevas miradas y asegurar condiciones equitativas para todos los participantes.

La controversia ha desplazado el debate hacia la responsabilidad institucional de la Secretaría de Cultura y el Museo Provincial, organismos encargados de verificar el cumplimiento del reglamento. La comunidad artística cuestiona si se realizaron controles comparativos con obras de años anteriores, si el jurado fue informado sobre la historia previa de la obra y qué mecanismos de control permitieron su aceptación y posterior premiación.

El contexto adquiere mayor complejidad al recordar que Fernando Kosiak fue ganador del Premio Fray Mocho en 2017, que incluye una pensión al mérito artístico. El Primer Premio del Salón Provincial concede una pensión similar equivalente a tres jubilaciones mínimas a partir de los 50 años. En los últimos años, varios primeros premios han recaído en artistas que ya contaban con pensiones previas, generando incompatibilidades en el cobro, lo que algunos artistas interpretan como un «recorte silencioso» donde el Estado otorga premios simbólicos pero evita nuevas obligaciones económicas.

La situación ha abierto un debate conceptual sobre cuándo una obra deja de ser la misma para convertirse en otra nueva, cuestionando si modificaciones mínimas como una puntada adicional, un parche, cambio de título o nueva lectura conceptual son suficientes para considerar una obra como diferente. La mayoría de los artistas coinciden en que una obra nueva requiere decisiones creativas originales, tiempo de investigación, proceso de desarrollo y asunción de riesgos.

El aspecto más crítico de esta polémica, según señalan los involucrados, es la erosión de la confianza en el reglamento, la institución organizadora, el jurado, el valor del premio y las relaciones entre los propios artistas. Esta pérdida de confianza transformaría el salón de un espacio de reconocimiento legítimo a un campo de sospecha permanente.

El caso ha puesto en evidencia la necesidad de revisar los procedimientos de verificación de obras, la claridad de los reglamentos y las responsabilidades éticas tanto de artistas como de instituciones culturales estatales, que tienen el deber de garantizar transparencia en los procesos competitivos que organizan.

Quedan pendientes de respuesta interrogantes fundamentales sobre por qué la obra fue aceptada y premiada, qué entidades debieron prevenir esta situación, qué medidas correctivas se implementarán y cómo se define conceptual y reglamentariamente una «obra nueva» en el contexto de los concursos artísticos provinciales, según escribió Raúl Albanece, artista visual, escenógrafo y docente entrerriano.