Señor director:
Desde hace tiempo que usualmente los fines de semana largo los cajeros de los bancos de todo el país suelen quedarse sin dinero, lo extraño es que justo un fin de semana “normal” y muy próximo a las fiestas no tengan dinero.
Desde hace alguna semanas, para los desprevenidos que no estén al tanto, los bancos aumentaron el porcentaje de cobro a los comercios que tienen el sistema de cobro por débito (casi el 90 por ciento de los negocios de la ciudad, salvo los que no están registrados y funcionan en zonas de la ciudad donde el estado no se hace presente bajo ningún punto de vista, menos para controlar comercios).
De esta manera, los bancos secan la ciudad de dinero (estimo que debe haber pasado en varias otras zonas del país, pero hago referencia a lo que me toca vivir en esta ciudad), pero antes subieron el cobro de comisiones por el uso de tarjetas de débito.
Esta actitud es muy contraproducente para la sociedad uruguayense en general, al haber sido un fin de semana con mucho movimiento comercial, ya que estamos muy cerca de navidad y además los que suelen comprar por internet ya no lo pueden hacer, debido a que los envíos ya no llegarían.
Al sacar el dinero del alcance de los consumidores, los mismos se volcaron a comprar con débito, con la vieja premisa de que el precio contado efectivo es igual al débito. Los consumidores deben entender de una vez que esto nunca fue así, por más mínimo que sea el porcentaje que el banco les cobre a los comercios, estos van a trasladar ese gasto al consumidor. Ningún consumidor quiere pagar de más por un producto y al mismo tiempo, en una etapa de profunda crisis para el comercio, ningún comerciante quiere pagar el gasto de la comodidad de usar el débito. Siempre con el dinero físico en mano es más barato, por más que se pongan malos los consumidores a la hora de discutir si se puede modificar el precio de un producto o no.
En este contexto, los únicos que ganan son los bancos, ya que cobran ese plus de aumento que les permitió la autoridad que sea, no dejan que los consumidores tengan dinero y así deben comprar con débito. Los comerciantes suben ese porcentaje de precios sin decir nada, se trata de un porcentaje de al menos un 10 por ciento, lo que hace reducir el poder adquisitivo de la gente. Como las personas no pueden discutir con un cajero sin dinero y con el sistema financiero que imponen los CEOS de bancos, los precios de diciembre se inflan y no hay a quién reclamarle.
Una lástima que esté pasando esto en la ciudad, desde el viernes a la tarde que al menos dos bancos de importancia de la ciudad no tenían dinero, situación que se extendió durante todo el fin de semana y algunas entidades bancarias se fueron quedando sin dinero con el paso de las horas de este fin de semana, llegando al sábado de tarde-noche con cajeros que casi no tenían dinero.
Alberto González