El abrazo simbólico a la Escuela Normal Mariano Moreno posibilitó reflejar la preocupación de toda una comunidad educativa por el estado edilicio de la señera casa de estudios y el reclamo por el pronto reinicio de la restauración en la imponente sede, paralizada a finales de 2023.
En referencia a ello, LA CALLE dialogó con la docente Gimena García, delegada y madre de dos alumnas que cursan en el establecimiento. “La situación es muy grave y delicada pues se cursa en un ámbito de peligro inminente por el estado en que ha quedado el edificio una vez que se iniciaron los trabajos. Y la paralización agravó aún más el panorama previo en el establecimiento”, dijo.
Precisó que “la obra contemplaba el arreglo de techos, del salón de actos, de baños y de caños de desagüe. En noviembre de 2023, la empresa, de un día para el otro, dejó de ir. Fue así que la institución se comunicó con las autoridades correspondientes y éstas informaron que la compañía se había retirado ante la ‘falta de pago’”.
Luego, acotó: “La cuestión es que, al irse, dejó a la Escuela detonada con materiales y escombros en todos lados, con los pisos abiertos en donde efectuaron los cambios de cañería y los cerámicos levantados. Las paredes están agujereadas con un caño que cruza por el medio. Las membranas, que sacaron de los techos, no se volvieron a colocar. En algunos sectores se pintó, pero no se ubicaron las membranas. Esto hizo que, ante la primera tormenta fuerte, el agua se filtrara en las aulas, imágenes registradas en videos. Y lleva al riesgo de electrificación en las paredes. Es más, ya hay un aula que se humedece y electrifica, por lo que, cada vez que llueve, no se puede utilizar”.
García consignó que “una vez que se agotaron todas las vías administrativas, iniciadas en noviembre por el equipo directivo, nos sumamos los docentes, que todos los años efectuamos, antes del inicio del ciclo lectivo, un relevamiento sobre el estado del edificio. De ahí a que éste no es un reclamo de ahora sino que viene desde hace tiempo con nuestra lucha. Si bien en 2023 empezó la obra, que iba a responder, en gran parte a esos problemas, este año, en vez de tenerlos solucionados, se agravaron. Al reclamo se plegaron las familias, que efectuaron una campaña de firmas y presentaron una nota en la que manifestaron su preocupación por el riesgo que implica para sus hijos”.
“Como no hubo autoridad que nos informara en qué fecha se reiniciarán los trabajos, se convocó a un abrazo simbólico. Éste se concretó el miércoles 17, a las 18:00, con una gran participación de toda la comunidad educativa y en la que estuvieron los representantes de todos los niveles y claustros junto a las familias. Después se decidió movilizarse en torno a la sede”, ilustró.
“Hasta el momento no hemos tenido respuestas. Sí escuchamos las declaraciones de la directora departamental de Escuelas, Marina Pagani, quien, lejos de manifestar su solidaridad y preocupación frente a la problemática, que aqueja a nuestra Escuela, con una comunidad educativa enorme, lo único que se limitó a decir es que es responsabilidad del Gobierno central, pues es una obra que se financia con recursos de Nación. Con ese criterio, tendríamos que esperar y cursar en estas condiciones. ¿Por cuánto tiempo más?”, se preguntó.
En torno a los pasos a seguir, la docente anticipó: “La idea es seguir organizados y en comunicación para considerar cómo continuamos si no llega a haber una respuesta en lo inmediato. Porque mientras se señalan las culpas y buscan a las responsables, acá se vulnera el derecho de los niños y los adolescentes a estudiar y el de trabajar –en el caso de todo el personal- en condiciones seguras. No queremos accidentes: ni pequeños, como ya los ha habido, ni mayores. Tampoco deseamos que la respuesta venga después de un accidente grave, que es el temor que tenemos todos. Pedimos que se prevenga y reinicie la obra a la brevedad”.
La situación descripta no es sola de la Normal sino que también se suscita en otras escuelas. Al respecto, Gimena García dijo que “tenemos conocimiento que se inició la reparación en la Escuela N°2 Juan José Viamonte con cuya comunidad he tenido contacto desde mi rol de delegada e integrante por la minoría de la Seccional de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer). Sabemos que hay otras sedes en las que se llueve y/o electrifican como las de las Escuelas N°31, 92 y 102”.
“Las comunidades educativas estamos con una constante preocupación ante el problema de la falta de cargos de ordenanzas. Esto hace que, si uno de ellos se ausenta, no se pueden garantizar las condiciones de higiene y salubridad, por lo que se reduce la jornada. La Dirección Departamental de Escuelas (DDE) debe nombrar a los ordenanzas que sean necesarios en todas las instituciones, tal como lo indica la normativa. Estamos en contacto con las compañeras docentes en todas las escuelas y nos alentamos a unificar las luchas detrás de un mismo reclamo por condiciones laborales seguras y presupuesto para la educación”, aseveró.