Las sesiones para el álbum son uno de los momentos más importantes de una producción de 15 años. Es el instante en que se lanza un sortilegio hacia el futuro, y Palo, una escorpiana pura y desbordante de energía, lo tuvo claro. ¡Fuego! Para hacerlo posible se contó con el aporte fundamental de Alain Depardon, por lo que el resultado fue más que positivo.