Publicado ya el decreto del Gobierno que oficializó el cambio de nombre del Centro Cultural Néstor Kirchner (CCK) a Palacio Libertad, Javier Milei organizó un acto oficial este sábado para festejar la nueva nominación del edificio.
Al evento asistieron alrededor de 100 personas entre funcionarios e invitados especiales, en una especie previa del traspaso de la Secretaría de Cultura a la órbita de Karina Milei.
El viernes por la tarde, el vocero presidencial compartió el momento en que se desplegaban las nuevas banderas desde las ventanas del edificio. “Nace el Palacio Libertad. Fin.”, aseguró el responsable de la comunicación del Gobierno, con su habitual estilo entre provocador.
El ex palacio de Correos y Telecomunicaciones, ubicado en la calle Sarmiento 151 de la Ciudad de Buenos Aires, fue el escenario del evento que comenzó ayer a las 19:00Hs. transmitido por la TV Pública y las redes de Presidencia de la Nación, como el canal de Youtube de Casa Rosada.
La historia
El ahora Palacio Libertad se edificó tras la aprobación en 1888 de un proyecto para realizarlo, presentado por el expresidente, Miguel Juárez Celman. El diseño fue del arquitecto francés, Norbert Maillart, con el objetivo de convertirlo en la sede del Correo Central. Finalmente en 1928 abrió sus puertas por medio del presidente Marcelo T. de Alvear, después de una reformulación de la iniciativa en 1908. Y por lo cual se inauguró recién 20 años después.
El edificio cuenta con más de 100 mil metros cuadrados de superficie y una infraestructura “a la altura de los centros culturales más importantes del mundo”. Para ello se presentaron más de 340 estudios de arquitectura de más de 20 países.
En él se destaca el Auditorio Nacional, que posee una capacidad para 1750 espectadores y un escenario de 250 metros cuadrados. A su vez, la Sala Argentina, que está pensada “para un formato musical acústico”, tiene una suficiencia para 534 personas. Otra de sus atracciones es La Cúpula, que consta de una superficie de 500 metros cuadrados y una cubierta enteramente vidriada que permite una vista única del corazón de la ciudad. Y La Gran Lámpara, un espacio destinado a exposiciones a través de 2 mil metros cuadrados.
