Pachelo negó tener relación con el crimen

Avanza el proceso judicial.

Nicolás Pachelo, principal imputado en el crimen de María Marta García Belsunce, asesinada hace casi 20 años de seis balazos en la cabeza en su casa del country Carmel de Pilar, negó este jueves tener relación con el homicidio, al declarar por primera vez en el juicio al que es sometido por ese hecho junto a dos exvigiladores.
«Soy totalmente ajeno a las imputaciones, nunca tuve una discusión con María Marta. Nunca tuve un diálogo, no la conocía», dijo al sentarse a declarar ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de San Isidro que lo juzga por «robo y homicidio agravado criminis causa.
Pachelo aprovechó la ocasión para referirse también a la muerte de sus dos padres, ambas causas cerradas por la Justicia como suicidios, pese a lo cual en las primeras audiencias de este juicio algunos testigos sembraron dudas sobre la posible relación del imputado con ellas.
«Por la muerte de mi padre, se llamó a la policía, vino a las dos horas que lo encontramos, vino el fiscal, vinieron los peritos, se tomaron todas las pruebas y la investigación se hizo como corresponde», afirmó el exvecino de Carmel, preso desde 2018 por una serie de robos en countries aunque no por la causa principal del homicidio de la socióloga.
«Estaba yo, la mujer de mi padre y mi padrino, el hermano de mi padre. Llamamos a la policía cuando mi papá se mató. No impedimos que se llame a la policía, ni pusimos en la partida de defunción que murió en La Cumbrecita de Córdoba, no escondimos el arma. Lo mismo hicimos con mi madre», dijo al lanzar algunos dardos sobre la familia García Belsunce, por los hechos de presunto encubrimiento por los que algunos parientes de la víctima fueron juzgados, aunque años más tarde terminaron absueltos o sobreseídos.
«Acá (por el juicio) se sienta gente a decir barbaridades pero ninguno dice ‘yo lo presencié, yo fui testigo'», agregó el imputado.
Tal como anticiparon este jueves fuentes de la defensa a Télam, Pachelo centró su declaración en contestarle a testigos que lo vincularon a otros hechos delictivos previos al crimen del Carmel y se negó a contestar preguntas tanto de la fiscalía como del particular damnificado.
En ese sentido, negó haber secuestrado al perro labrador «Tom» que María Marta y su esposo Carlos Carrascosa tenían como mascota, por el que se les hizo un pedido de rescate que no pagaron y que nunca pudieron recuperar.