El servicio de rescate marítimo español informó el lunes que un velero fue hundido por un grupo no especificado de orcas tras chocar con él en aguas marroquíes del estrecho de Gibraltar, marcando otro incidente en una tendencia que ha surgido en los últimos cuatro años.
El barco Alborán Cognac, de 15 metros de longitud y con dos personas a bordo, se encontró con estas poderosas depredadoras, también conocidas como orcas, alrededor de las 9:00 hora local (0700 GMT) del domingo, según informó el servicio.
Los pasajeros informaron de golpes súbitos en el casco y el timón antes de que comenzara a entrar agua en la embarcación. Después de alertar a los servicios de rescate, un petrolero cercano los recogió y los llevó a Gibraltar.
El velero quedó a la deriva y finalmente se hundió.
Este incidente es solo el último ejemplo de los frecuentes encuentros entre orcas y embarcaciones en la región del estrecho de Gibraltar, que separa Europa de África, así como en la costa atlántica de Portugal y el noroeste de España.
Los expertos estiman que se trata de una subpoblación de alrededor de 15 individuos, a los que se les ha dado el nombre de «Gladis».
Según el Grupo de Investigación de Orca del Atlántico (GTOA), que monitorea las poblaciones de la subespecie de orca ibérica, ha habido casi 700 interacciones desde que se reportaron por primera vez los ataques de orcas a embarcaciones en la región en mayo de 2020.
Aunque no está claro cuáles son las causas exactas de este comportamiento, las teorías principales sugieren que podría ser una manifestación lúdica de la curiosidad de los mamíferos, una tendencia social o un ataque deliberado hacia lo que perciben como competidores por su presa preferida, el atún rojo local.
Aunque comúnmente se les llama orcas, esta especie, en peligro de extinción, pertenece a la familia de los delfines. Pueden alcanzar hasta ocho metros de longitud y pesar hasta seis toneladas cuando son adultas.