Opinión… ¿Vale la pena invertir en oro?

Maximiliano Donzelli

Uno de los activos que ha comenzado el año de buena manera ha sido el oro, luego de haber marcado mínimos a inicios de noviembre del 2022, el metal comenzó una tendencia alcista que lo ha llevado a registrar una suba de aproximadamente 14% en los últimos dos meses. En este sentido, son varios los analistas que proyectan trayectorias ambiciosas para el metal en 2023. Por supuesto, esto es producto de distintas estimaciones tanto en lo referente a inflación, nivel de actividad económica y, por supuesto, política monetaria de la Reserva Federal (Fed). Es por todo esto que consideramos importante entender qué condiciones se deben cumplir para que el presente activo represente una alternativa interesante para incorporar en un portafolio. El metal comenzó una tendencia alcista que lo ha llevado a registrar una suba de aproximadamente 14% en los últimos dos meses. Observamos que los precios pueden al menos mantenerse en estos niveles, respaldado, como mencionamos, por la recesión y la probabilidad de encontrarnos en un punto cercano al pico de tasa de interés de la Reserva Federal, una perspectiva de dólar más débil y un camino de inflación desacelerándose Todos estos factores pueden constituir un piso para el precio del oro. Gran parte de las perspectivas para 2023 de los mercados mundiales dependerá de la trayectoria de la política monetaria, y de que los bancos centrales comiencen a reducir las subas de tipos de interés iniciadas el año pasado. Sin embargo, debemos resaltar que, los recortes de tasas para 2023 dependerán en buena medida, del ritmo de la inflación, ya que, si esta no continúa convergiendo a los niveles objetivos, será difícil imaginar un año de políticas monetarias menos agresivas. Por lo tanto, para poder observar un impacto positivo en los precios del oro necesitaremos como condición sine qua non, un giro a una política monetaria de carácter más moderado por parte de los bancos centrales. Por otro lado, es interesante ver la dinámica que registró el oro durante las correcciones experimentadas por el mercado tanto en 2001 como en 2008. En 2001 el oro llegó a tocar mínimos de USD 256, mostrando un año después, en abril de 2002, una suba de casi el 20%, alcanzando un valor de más de USD 300. Mientras que, entre noviembre de 2008 (cuando el metal hace piso en los USD 708), hasta febrero de 2009, el oro registró un alza en su valor de más del 40%, llegando a tocar en niveles intradiarios de USD 1.000.