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viernes, enero 24, 2025

OPINIÓN. La costosa lentitud del PJ para echar a Kueider

Por: Pablo Bizai (*)

A principios de año, algunos peronistas querían echar al senador Edgardo Kuieder del PJ por haber dado su apoyo para que el presidente Javier Milei pudiera aprobar su Ley Bases. El año termina con el senador entrerriano como protagonista de un escándalo nacional que los peronistas pretenden hacer pagar al oficialismo.

Sin embargo, el senador acusado de contrabando y sospechado de lavado de dinero sigue siendo afiliado al PJ.
Si el congreso del PJ -que se reunió luego de 13 años el pasado 7 se septiembre- hubiera expulsado a Kueider, el peronismo tendría una mayor autoridad para despegarse de quien llegó al Senado de la Nación en sus listas, por decisión del ex gobernador y último jefe del peronismo entrerriano, Gustavo Bordet.
Aunque no hay ninguna reunión partidaria prevista, se espera que en los próximos días pueda avanzar en el PJ el trámite para la expulsión.
El contexto cambió. A principios de año se pedía que lo echen por haberse pasado a las filas del enemigo. Si ese era el criterio, los expulsados deberían ser todos los peronistas que absorbió el gobierno de Rogelio Frigerio. Ahora, Kueider no sólo es traidor. Sería un delincuente.
En septiembre, el congreso partidario derivó la decisión de la expulsión en el Tribunal de Disciplina del partido. Pero el tribunal nunca se constituyó. Para que eso ocurra es necesario que se reúnan representantes del Consejo Provincial, el Congreso partidario y de las 18 departamentales.  Todos ellos deberían ponerse de acuerdo en designar tres nombres para el Tribunal.
La última vez que pasó algo parecido fue el 13 de noviembre, cuando representantes de los distintos estamentos partidarios se reunieron en Paraná con el propósito de cumplir con otro mandato del congreso: fijar una posición orgánica sobre la reforma política que impulsa Frigerio. La posición común no fue posible y al otro día los diputados del PJ dejaron, con su ausencia, que sus pares del oficialismo cerraran el debate en comisión de la reforma.
Kueider ha tenido un escudo protector contra el fuego peronista. En los últimos ocho meses soportó los disparos de congresales, legisladores, dirigentes y militantes por su paso a la filas de Milei.
Si no fue expulsado del PJ es porque dirigentes de la primera línea del partido se expresaron en los últimos meses en contra de esa posibilidad.
Kueider sobrevivió como afiliado al PJ gracias a la interna partidaria que, sin conducción política, tiene en muchos aspectos a la deriva al partido más grande de Entre Ríos. No es tan sencillo dejar atrás dos décadas consecutivas en el poder.

(*) Periodista. Páginapolitica.com

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