Opinión: A la sociedad entrerriana

*Por Víctor Hutt, 31 años en la docencia y supervisor

Cada niño, cada adolescente que transita por una escuela pública tiene un docente que lo acompaña en su trayectoria, que lo cuida, pero además, en las escuelas hay equipos directivos, que acompañan y cuidan a los estudiantes y a los docentes e intervienen ante situaciones difíciles, son docentes de mayor trayectoria y con más experiencia que suman su trabajo ante situaciones complicadas, y por encima de las estructuras de las escuelas están los supervisores, que son docentes con más experiencia aún que los anteriores y acompañan y cuidan a muchas escuelas, entre 10 o 20 dependiendo de las zonas.

La familia no ve directamente el trabajo de los supervisores y supervisoras, pero están en todas las escuelas, coordinando, orientando y haciéndose cargo de las situaciones más difíciles, de esas que no alcanzan a resolver docentes y directivos o necesitan otra mirada.

Yo soy supervisor y veo muy de cerca el trabajo del resto de supervisores en toda la provincia, en estos primeros días de clases los veo corriendo de una escuela a otra, aportando su experiencia para solucionar problemas de aprendizaje, armando equipos de trabajo para acompañar a los chicos, gestionando ante problemas edilicios, hablando con familias cuando se hace necesario y tratando de resolver problemas complicados, logrando que las escuelas no trabajen en soledad y siempre tengan una mano a la que pueden acudir.

No estoy diciendo nada nuevo y tampoco estoy queriendo destacar el trabajo de los y las Supervisoras, es lo que elegimos, lo hacemos con pasión y siempre nos sentimos en deuda cuando no llegamos a cubrir todas las necesidades, lo que estoy intentando hacer público es el hecho de que las políticas de apriete del gobierno provincial contra el ejercicio del derecho a huelga de docentes empobrecidos por absoluta responsabilidad del gobierno llega al extremo de sacarnos de nuestras funciones necesarias para la Escuela Pública y corrernos a una función en la cadena de aprietes, lo mismo que sucede con los equipos directivos.

Toda la docencia entrerriana está empobrecida, fuertemente desde la llegada del actual gobierno, pero además con claro plan de continuar el empobrecimiento tal cual se expresa en las ofertas salariales, eso genera que nuestros docentes tengan fuertes dificultades para el sostenimiento económico de sus familias, pero además la angustia que genera ver a un gobierno que muestra claramente que su principal objetivo es la persecución de los docentes que reclaman, que sobre salarios en su gran mayoría por debajo de la línea de la pobreza, su única respuesta es el castigo descontando sueldos y llevándolos a situaciones que pasan de complicadas a dramáticas.

En ese poner todo al servicio de la persecución, destruye la esencia de la escuela pública y, concretamente, saca a los supervisores de su rol necesario y fundamental para ponerlos al servicio de plan persecutorio.

La sociedad entrerriana tiene que saber que hoy nos vemos obligados a abandonar parcialmente la tarea que la escuela pública requiere de nosotros para formar parte del plan macabro de persecución, que nos hemos negado a entrar en ese juego y muchos de nosotros hemos sido castigados severamente con el inicio de un sumario que pone en riesgo directamente nuestros puestos laborales, amamos lo que hacemos, nos formamos toda nuestra vida para volcar nuestros conocimientos a la educación de nuestros niños, adolescentes y adultos, somos felices por ser supervisores, por todo lo que podemos ayudar desde nuestros lugares, pero en estos tiempos nuestras vidas están insertas en el terror, un terror provocado por un gobierno que empobrece a docentes, abandona el mantenimiento de los edificios escolares y recorta los recursos necesarios para que la escuela funciona, pero además de todo eso, ha elaborado un plan de persecución que es siniestro.

Los gobiernos pasan, los docentes se quedan para siempre en la escuela pública, lo hemos visto con todos los gobiernos anteriores, aquellos que nos castigaron en otros tiempos hoy ya no están en el sistema educativo, nosotros seguimos poniéndole el cuerpo durante toda nuestra vida laboral.

Está muy complicado el presente de la Escuela Pública, pero me preocupa profundamente el futuro, con sueldos en la línea de indigencia no estamos consiguiendo que los jóvenes se sumen a la carrera docente, ya nos están faltando maestras en Entre Ríos, pero en los próximos años, cuando seguramente el gobernador vuelva a su ciudad que no está en Entre Ríos, ocupará cargos en su carrera política, pero los entrerrianos no tendremos docentes para nuestros hijos, lo mismo sucede con los edificios escolares sin obras de mantenimiento, hoy vemos escuelas con dificultades edilicias que se tapan con parches, cuando el gobernador ya no esté en la provincia, los entrerrianos veremos cientos de escuelas cerradas por riesgo de derrumbe.

A pesar de los aprietes, la mentira propagada con pauta oficial que sale de nuestros recursos, no dejaremos de decir y luchar por nuestra verdad, vamos por mejorar las condiciones actuales y no entregar el futuro de los entrerrianos, pero se nos hace difícil si lo hacemos solos, las escuelas no son de los docentes, son de todos los entrerrianos y es por eso que quiero convocar a todos los entrerrianos a juntarnos para defender el futuro de nuestra escuela, para nuestros pibes actuales y para quienes nazcan en el futuro.