Santoral
Los católicos recuerdan hoy a San Alejo. Era hijo de un rico senador romano. Nació y pasó su juventud en Roma. Sus padres le enseñaron con la palabra y el ejemplo que las ayudas, que se reparten a los pobres, se convierten en tesoros para el cielo y sirven para borrar pecados. Por eso, Alejo desde muy pequeño repartía entre los necesitados cuánto dinero conseguía y muchas otras clases de ayudas.
Y esto le traía muchas bendiciones de Dios. Pero, llegando a los 20 años, se dio cuenta de que la vida en una familia muy rica y en una sociedad muy mundana le traía muchos peligros para su alma. Y huyó de la casa, vestido como un mendigo y se fue a Siria.
Allí estuvo durante 17 años dedicado a la adoración y a la penitencia y mendigaba para él y para los otros muy necesitados. Era tan santo que la gente lo llamaba ‘el hombre de Dios’. Lo que deseaba era predicar la virtud de la pobreza y la virtud de la humildad.
Programación radial
Buen Anuncio, la radio de la Diócesis de Gualeguaychú, irradia su programación por la señal de frecuencia modulada (FM) en el 95.7 del dial y su canal en Youtube.