Noticias sociales

Misa en La Concepción
Como todos los sábados, se celebrará hoy, a las 18:00, la misa en la capilla La Concepción, dependiente de la parroquia San Vicente de Paúl.

A beneficio de Unidos do Bahía
Luego de triunfar dos años consecutivos con la Estrella de Mar, Ale Teselli llegará el sábado 8 de julio, a las 21:30, al auditorio Carlos María Scelzi, con su espectáculo, Ríe conmigo ahora, totalmente renovado, junto a grandes artistas de la ciudad como Brissa Galván. Azul Gonzáles. Nahiara Bassi y Romina Domínguez. Será a beneficio de la comparsa Unidos do Bahía. Las entradas se encuentran a disposición a través de los siguientes números de Whatsapp: 3442 522312 y 3442 482833

Santoral
Los católicos recuerdan hoy al padre Damián de Molokai. Nació el 3 de enero de 1840, en Tremeloo, Bélgica. Lo llamaron «el leproso voluntario», porque con tal de poder atender a los leprosos que estaban en total abandono, aceptó volverse leproso como ellos. Un día metió el pie en una vasija que tenía agua sumamente caliente y él no sintió nada. Entonces se dio cuenta de que estaba leproso. Enseguida se arrodilló ante un crucifijo y exclamó: «Señor: por amor a Ti y por la salvación de estos hijos tuyos, acepté esta terrible realidad. La enfermedad me irá carcomiendo el cuerpo, pero me alegra el pensar que cada día, en que me encuentre más enfermo en la tierra, estaré más cerca de Ti para el cielo». Poco antes de que el gran sacerdote muriera, llegó a Molokai un barco. Era el del capitán que lo había traído cuando llegó de misionero. En aquél viaje le había dicho que con el único sacerdote con el cual se confesaría sería con él. Y el capitán fue expresamente a confesarse con el padre Damián. Desde entonces la vida de ese hombre de mar cambió y mejoró notablemente. También un hombre que había escrito calumniando al santo sacerdote llegó a pedirle perdón y se convirtió al catolicismo. Y el 15 de abril de 1889 «el leproso voluntario», el apóstol de los leprosos, voló al cielo a recibir el premio tan merecido por su admirable caridad. En 1994, el papa Juan Pablo II, después de haber comprobado milagros obtenidos por la intercesión de ese gran misionero, lo declaró beato y patrono de los que trabajan entre los enfermos de lepra.