Noticias sociales

Bautismo
En la Basílica Inmaculada Concepción fue bautizado Felipe Martín.

Ciclo teatral
En el marco del ciclo teatral de los domingos, en la Vieja Usina se presentará hoy Las Noras, una obra que toma la última escena de Casa de Muñecas de Ibsen, como pretexto para este recorrido escénico: el final como punto de partida. El 10 de abril será el turno de Conejas, un ejercicio de arqueología personal puesto en escena, fruto de una intensa indagación sobre los procedimientos creativos de una actriz bailarina devenida también en dramaturga de su propio universo poético.

Santoral
Los católicos recuerdan hoy a San Ricardo de Wyche. A finales del siglo XII nació Ricardo, en Wyche, en una familia de trabajadores del campo. Chocó la austeridad y dureza permanente de su vida con el estilo de los grandes de su tiempo. Los obispos eran «señores» y amantes de los cuidados humanos; los monjes abundaban en la prosperidad y el lujo; los nobles eran ambiciosos y en el trono se apreciaba una corriente fuertemente regalista. La clase baja del pueblo era pobre y estaba sumida en la ignorancia y en la superstición. Ricardo era enérgico e intransigente cuando se tratan asuntos en los que está presente la injusticia, la inmoralidad o la avaricia. Posiblemente esa condición natural en él fue lo que le llevó a un distanciamiento, cuando no rechazo de los poderosos. El caso fue que la austeridad vivida en casa de sus padres -cuando fue niño- debió prepararle para la misión que había de desempeñar de adulto. Marchó a estudiar a Oxford donde tuvo buenos maestros franciscanos y dominicos y, como los recursos, no estiraban más, pasó hambre y frío. Una corta estancia en París y volvió a Oxford, graduándose en Artes. En Bolonia aprendió durante siete años los cánones, haciendo lo que se llama hoy la carrera de Derecho. Cuando regresó a Oxford, fue nombrado canciller de la Universidad, del arzobispado de Canterbury y también de Lincoln, donde estaba de obispo su antiguo amigo y profesor Grosseteste. Ejerció la docencia en Orleáns por dos años y allí se ordenó sacerdote.
El arzobispo de Canterbury lo nombró obispo de Chichester, a la muerte de Ralph Neville. Y aquí comenzó una etapa de dificultades mayores y de vigoroso testimonio.