Noticias sociales

Bautismo
Bautista Salas recibió los óleos bautismales en la Basílica Inmaculada Concepción.

Teatro x la identidad
Desde hoy y hasta este jueves 24, inclusive, tendrá lugar en Paraná una nueva edición de Teatro x la Identidad. Con entrada libre y gratuita, tres obras subirán al escenario del 3 de Febrero, bajo la consigna: ‘Entre todxs te estamos buscando’. Teatro x la Identidad (TxI) nació en la profunda necesidad de articular legítimos mecanismos de defensa contra la brutalidad y el horror que significan el delito de apropiación de bebés y niños, y la sustitución de sus identidades de un modo organizado y sistemático, por parte de la última dictadura cívico-militar argentina. Es un movimiento teatral de actores, dramaturgos, directores, coreógrafos, técnicos y productores que se inscribe dentro del marco del teatro político y se constituyó como uno de los brazos artísticos que construyeron las Abuelas de Plaza de Mayo.

Santoral
Los católicos recuerdan hoy a Santa Elena, viuda romana, cuyas virtudes y muerte recibieron las alabanzas de san Jerónimo († 383). De «la santísima Lea», como la llamó San Jerónimo, sólo se sabe lo que él mismo dijo en una especie de elogio fúnebre que incluyó en una de sus cartas. Era una matrona romana que al enviudar – quizá joven aún – renunció al mundo para ingresar en una comunidad religiosa de la que llegó a ser superiora, llevando siempre una vida ejemplarísima.
Estas son las palabras insustituibles de San Jerónimo: «De un modo tan completo se convirtió a Dios, que mereció ser cabeza de su monasterio y madre de vírgenes; después de llevar blandas vestiduras, mortificó su cuerpo vistiendo sacos; pasaba las noches en oración y enseñaba a sus compañeras más con el ejemplo que con sus palabras». «Fue tan grande su humildad y sumisión, que la que había sido señora de tantos criados parecía ahora criada de todos; aunque tanto más era sierva de Cristo cuanto menos era tenida por señora de hombres. Su vestido era pobre y sin ningún esmero, comía cualquier cosa, llevaba los cabellos sin peinar, pero todo eso de tal manera que huía, en todo, a la ostentación». No se sabe más de esta dama penitente, cuyo recuerdo sólo pervive en las frases citadas de San Jerónimo. La Roma en la que fue una rica señora de alcurnia no tardaría en desaparecer asolada por los bárbaros, y Lea, cuya vida era tenida por todos como un desatino”, llegó con su áspero perfume de santidad que desafía al tiempo.