Noticias sociales

Bautismo
Elena Miño fue ungida con los óleos bautismales durante una ceremonia oficiada en la parroquia San Vicente de Paúl.

Aniversarios e imágenes familiares
Los lectores de LA CALLE que deseen enviar sus fotos referidas a cómo celebran sus aniversarios y viven la cuarentena desde sus casas pueden enviarlas –en forma gratuita- al siguiente correo electrónico: redacción@lacalle.com.ar para su publicación. En lo posible, consignar los nombres de las personas que aparecen en la imagen, el apellido de la familia y la localidad de residencia.

Programación radial
Buen Anuncio, la radio de la Diócesis de Gualeguaychú, irradia su programación por la señal de frecuencia modulada (FM) en el 95.7 del dial y su canal en Youtube.

Santoral
Los católicos recuerdan hoy a Juan de Mata, santo. Fue el fundador de la Comunidad de la Santísima Trinidad, o Padres Trinitarios, que tiene 75 casas en el mundo con 580 religiosos. Nació en Francia, en los límites con España, en 1160. Durante sus primeros años, se dedicó a los estudios de bachillerato y a la equitación y al deporte de la natación. Pero las dos actividades que más le agradaban eran la oración y el dedicarse a ayudar a los pobres. Frecuentemente, se retiraba a una ermita alejada del pueblo y allí pasaba varios días dedicado a la meditación. Su padre lo envió a París y allá obtuvo el doctorado y luego fue ordenado sacerdote. Las antiguas crónicas dicen que, durante la celebración de su primera misa, tuvo una visión celestial: vio a unos pobres cristianos prisioneros de los mahometanos y con peligro de renunciar a su religión. Y observó cómo un religioso vestido de blanco y con una cruz azul y roja en el pecho los libraba y los salvaba de perder su fe. Con esto creyó sentir una invitación celestial a fundar una comunidad para libertar cristianos. Juan fue a consultar a San Félix de Valois, que vivía retirado meditando y, después de varios días de rezar con él, le narró la idea que tenía. A San Félix le pareció muy buena y los dos se fueron a Roma a conseguir el permiso del Papa. Inocencio III no era muy amigo de fundar nuevas congregaciones religiosas, pero las oraciones de ambos lograron la buena voluntad del Pontífice y les concedió su aprobación. Juan fue consagrado obispo y a los religiosos se les concedió un hábito banco con una cruz azul y roja en el pecho. El rey de Francia, Felipe Augusto, les concedió autorización para conseguir fondos en favor de los prisioneros y así hizo varios viajes al África a libertar cautivos. En 1201 Juan de Mata y sus religiosos lograron rescatar en Marruecos 186 prisioneros. Al año siguiente, en Túnez, hicieron lo propio con otros 110.