Bautismo
En la Basílica Inmaculada Concepción fue bautizado Jonás Gonzales.
Santoral
Los católicos recuerdan hoy a Santa Catalina Labouré. Fue la santa que tuvo el honor de que la Virgen se le apareciera para recomendarle que hiciera la Medalla Milagrosa. Nació en Francia, de una familia campesina, en 1806. Al quedar huérfana de madre a los 8 años le encomendó a María que le sirviera de madre y la Madre de Dios le aceptó su petición. Como su hermana mayor se fue de monja vicentina, Catalina tuvo que quedarse al frente de los trabajos de la cocina y del lavadero en la casa de su padre y por eso no pudo aprender a leer ni a escribir. A los 14 años pidió a su papá que le permitiera irse de religiosa a un convento pero él, que la necesitaba para atender los muchos oficios de la casa, no se lo permitió. Ella le pedía a Nuestro Señor que le concediera lo que tanto deseaba: ser religiosa. Y una noche vio en sueños a un anciano sacerdote que le decía: «Un día me ayudarás a cuidar a los enfermos». La imagen de ese sacerdote se le quedó grabada para siempre en la memoria. Al fin, a los 24 años, logró que su padre la dejara ir a visitar a la hermana religiosa y, al llegar a la sala del convento, vio allí el retrato de San Vicente de Paúl y se dió cuenta de que ese era el sacerdote que había visto en sueños y que la había invitado a ayudarle a cuidar enfermos. Desde ese día se propuso ser hermana vicentina y tanto insistió que al fin fue aceptada en la comunidad. Siendo Catalina una joven monjita, tuvo unas apariciones que la han hecho célebre en toda la Iglesia. En la primera, una noche estando en el dormitorio sintió que un hermoso niño la invitaba a ir a la capilla. Lo siguió hasta allá y él la llevó ante la imagen de la Virgen Santísima.
Canonización del padre Mario
El arzobispo de Buenos Aires, Mario Aurelio Poli, anunció la apertura de la etapa diocesana en la causa de canonización del padre Mario Pantaleo, con lo que se dio formalmente inicio a ese proceso a 29 años de la muerte del sacerdote. Poli dio inicio a la «causa» a través del «decreto correspondiente» que nombra «al Tribunal que se encargará de las actuaciones en pos de la canonización», precisó a través de un comunicado la Obra del Padre Mario, una organización que sigue con las acciones sociales que en vida comenzó el sacerdote. El objetivo de esta etapa es establecer «si el Siervo de Dios vivió las virtudes cristianas en grado heroico y su fama de santidad», señaló la organización y precisó que en septiembre de 2020, «la Congregación para las Causas de los Santos, con sede en el Vaticano, declaró el Níhil Óbstat, es decir que no encuentra obstáculos, para dar apertura a la causa”. La postulación fue realizada por el padre Daniel Medina, en representación de la Asociación Privada de Fieles Presbítero José Mario Pantaleo. La asociación fue formada para tal fin y cuenta con el apoyo de distintos grupos de seguidores de la obra del sacerdote que durante varios años, recopilaron «más de 10 volúmenes de documentos y testimonios que ponen en evidencia su fama de santidad y demuestran que ha llevado una vida ejemplar, dedicada a Dios y de ayuda a la comunidad», agregó el comunicado.









