Bautismo
En la parroquia María Auxiliadora fue bautizado Noah Caballero.
Grávida
Desde la parroquia San Roque se hizo saber que, bajo el lema: ‘Vos podés cuidar más vida’, si se conoce a alguien que tiene la intención de abortar se contacten con el 3442 515482, teléfono de Grávida.
Santoral
Los católicos recuerdan hoy a San Dionisio. Entre los muchos santos que han llevado el nombre de Dionisio, el santo de hoy fue llamado El Grande o Dionisio Magno. San Atanasio lo llamó Maestro de la Iglesia Católica por su gran sabiduría y el notable ascendiente que tuvo entre los católicos de su tiempo. Nació y vivió en Alejandría, Egipto. Al principio era pagano, pero después de haber tenido una visión, y al dedicarse a estudiar la S. Biblia se dio cuenta de que la verdadera religión es la católica y se convirtió. En 247, Dionisio fue elegido obispo de Alejandría, pero luego empezaron las persecuciones. Al principio eran los sacerdotes paganos que incitaban al populacho contra los seguidores de Cristo. Luego estalló la terrible persecución de Decio y lo primero que hizo el gobernador de Alejandría fue mandar llevar preso a Dionisio. Los perseguidores lo buscaron por todas partes, menos en su casa, pues se imaginaban que había salido huyendo. Pero él no se había movido de su habitación.
A los cuatro días, Dionisio dispuso huir con todos sus ayudantes, pero la policía los atrapó y se los llevó presos a todos, menos a uno de los empleados que logró huir a contar la noticia. El fugitivo se encontró con un enorme grupo de personas que se dirigía a celebrar unas bodas y les narró lo sucedido. Aquella gente se llenó de indignación y, con palos y piedras, atacó a la policía y les quitó a los prisioneros. Dionisio se opuso a esto y se entristeció de que no podía ser mártir. Pero aquellos hombres no le hicieron caso a sus ruegos, sino que lo subieron sobre una mula y lo mandaron al desierto, para que allá quedara libre de los perseguidores. En el desierto estuvo varios años hasta que terminó la persecución. Al volver a Alejandría se encontró con que algunos teólogos se oponían al pontífice de Roma y le pedían a él que los apoyara en esta oposición. Dionisio escribió : «Es necesario estar resuelto a sufrir cualquier otro daño, antes que destruir la unidad de la Iglesia. Hay que estar tan dispuesto a morir a favor de la unidad de la Iglesia, como estaría uno dispuesto a morir por defender la fe». Y siguió siendo fiel al papa de Roma.









