Bautismo
Catalina Cabrera recibió el sacramento del Bautismo. Fue durante una ceremonia oficiada en la parroquia San Roque.
Registro fotográfico de bienes culturales
La Dirección Nacional de Bienes y Sitios Culturales organiza la edición 2021 del curso virtual Registro fotográfico de bienes culturales, que propone brindar a los participantes un conjunto de herramientas conceptuales y procedimentales para realizar el registro fotográfico. Se buscará desarrollar –a través de medios prácticos–aspectos creativos en la imagen, explorando la aplicación de técnicas nuevas. También habrá un espacio de debate y reflexión que para integrar las experiencias de los participantes con los contenidos desarrollados en el curso, y a partir de la bibliografía y los ejercicios propuestos.
El curso está dirigido a personal de organismos vinculados con la custodia de bienes culturales (entes públicos de jurisdicción nacional, provincial o municipal; organizaciones no gubernamentales; instituciones privadas), que realice tareas de fotografía de bienes culturales, especialmente aquellas relacionadas con acciones de inventario o publicaciones web. Se requiere que los participantes cuenten con el equipamiento necesario para poder realizar las actividades: una cámara profesional o semiprofesional. La inscripción será a través del siguiente formulario de inscripción y se recibirán hasta el 30 de junio, inclusive. La actividad es gratuita y con cupos limitados.
Imágenes familiares
Los lectores de LA CALLE que deseen enviar sus fotos referidas a cómo celebran sus aniversarios y viven la cuarentena desde sus casas pueden enviarlas –en forma gratuita- al siguiente correo electrónico: redacción@lacalle.com.ar para su publicación. En lo posible, consignar los nombres de las personas que aparecen en la imagen, el apellido de la familia y la localidad de residencia.
Santoral
Los católicos celebran hoy la festividad del nacimiento de San Juan Bautista. Su llegada al mundo se produjo seis meses antes de Jesucristo. De la infancia nada se sabe. Tal vez, siendo aún un muchacho y huérfano de padres, huyó al desierto lleno del Espíritu de Dios porque el contacto con la naturaleza lo acercaba más a Dios. Vivió toda su juventud dedicado nada más a la penitencia y a la oración. Como vestido sólo llevaba una piel de camello, y como alimento, aquello que la Providencia pusiera a su alcance: frutas silvestres, raíces, y principalmente langostas y miel silvestre. Solamente le preocupaba el reino de Dios. Cuando Juan tenía más o menos 30 años, se fue a la ribera del Jordán, conducido por el Espíritu Santo, para predicar un bautismo de penitencia. No conocía a Jesús, pero el Espíritu Santo le dijo que lo vería en el Jordán y le dio esta señal para que lo reconociera: «Aquel sobre quien vieres que me poso en forma de paloma, Ése es». Habiendo sido bautizado Jesús, al momento de salir del agua, y mientras hacía oración, se abrieron los cielos y se vio al Espíritu de Dios que bajaba en forma de paloma y permaneció sobre Él. Y en aquel momento se oyó una voz del cielo que decía: «Éste es mi Hijo muy amado, en quien tengo todas mis complacencias». Al día siguiente vio Juan a Jesús que venía a su encuentro y, al verlo, dijo a los que estaban con él: «He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Éste es aquél de quien yo os dije: Detrás de mí vendrá un varón, que se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo». Entonces Juan atestiguó, diciendo: «He visto al Espíritu en forma de paloma descender del cielo y posarse sobre El. Yo no le conocía, pero el que me envió a bautizar con agua, me dijo: Aquél sobre quien vieres que baja el Espíritu Santo y posa sobre El, ése es el que ha de bautizar con el Espíritu Santo. Yo lo he visto, y por eso doy testimonio de que Él es el Hijo de Dios».