Bautismo
En la Basílica Inmaculada Concepción fue bautizado Byron Tahiel Fernández, hijo de Karen Melisa Márquez Maristán y Mauricio Ezequiel Fernández. Sus padrinos son: Rodolfo Javier Márquez y Andrea Fabiana Márquez.
Lanzamiento de publicación
La Editorial de Entre Ríos (EDER) anunció para el 10 de abril la presentación del libro Crónicas en claroscuro, del periodista Guillermo Alfieri, quien falleció el 3 de junio de 2018, a los 82 años. La edición forma parte de la Colección Homenaje, de la EDER. A lo largo de sus 334 páginas Crónicas en claroscuro ofrece una selección de los textos escritos por el periodista y profesor entre 2014 y 2018 que fueron organizados en siete capítulos: Personas y personajes; Estampas; Historia argentina; Dictadura; Literatura; Música y deportes. El ejemplar será presentado a las 10:00, en la esquina de Los Vascos y Guillermo ‘Yiyi’ Alfieri (Paraná). Se contará con la actuación de músicos invitados y narradores.
Aniversarios e imágenes familiares
Los lectores de LA CALLE que deseen enviar sus fotos referidas a cómo celebran sus aniversarios y viven la cuarentena desde sus casas pueden enviarlas –en forma gratuita- al siguiente correo electrónico: redacción@lacalle.com.ar para su publicación. En lo posible, consignar los nombres de las personas que aparecen en la imagen, el apellido de la familia y la localidad de residencia.
Santoral
Los católicos recuerdan hoy a San Vicente Ferrer. Nació en Valencia, España, el 23 de enero de 1350. Hijo de un prestigioso notario, tuvo cinco hermanos. Junto a sus devotos padres, experimentó el amor a Cristo y a María desde su más tierna infancia. Ellos le incitaron a realizar alguna penitencia todos los viernes en memoria de la pasión, y otro tanto hacía los sábados en honor a la Virgen. Estas prácticas las mantuvo vivas hasta el fin de sus días. Su inclinación a socorrer a los pobres se manifestó en esta temprana edad. En conjunto, su biografía apareció engarzada con las virtudes que le adornaron y numerosos prodigios celestiales con los que fue favorecido. Su trayectoria espiritual discurrió por senderos penitenciales. Las cotas que Vicente se había impuesto no tenían fronteras. Aunaba inteligencia y virtud, todo lo cual no pasó desapercibido para los dominicos que se ocuparon de su formación. Éstos, diezmados por la temible peste negra, pero. sobre todo, conmovidos por el ejemplo del aplicado joven, no dejaron escapar esta gran vocación que acogieron gozosos en la comunidad. El santo profesó en 1370. Después, satisfactoriamente cursó estudios de filosofía y teología, que culminaron con un doctorado en esta última disciplina obtenido con la máxima calificación. A partir de entonces se dedicó a ejercer la docencia en las universidades de Valencia, Barcelona y Lérida. Cinco años más tarde. fue ordenado sacerdote.
El germen del Cisma de Occidente, que ya estaba larvado, no tardaría en saltar a la palestra. Cuando lo hizo, en 1378, Vicente sufrió por la gravísima divergencia y confusión creada entre los partidarios de Avignon y los de Roma. Él se había decantado por Benedicto XIII, a quien consideró legítimo pontífice; estaba bajo su amparo en Avignon. Pero ese conflicto eclesial le afectó tan seriamente que peligró su vida. Entonces, una locución divina que se produjo el 3 de octubre de 1398 le rescató de una eventual muerte, diciéndole: «¡Vicente! Levántate y vete a predicar». Esta manifestación sobrenatural fue un poderoso resorte que modificó el rumbo de su existencia. Una de sus grandes inquietudes fue restituir la unidad de la Iglesia. Y si primeramente reconoció al sucesor de Pedro en Benedicto XIII, quien se propuso concederle la dignidad episcopal y la cardenalicia, honores que Vicente rechazó, después mostró inequívoco apoyo al pontífice de Roma. Su intervención en el conflicto propició que altos mandatarios europeos, comenzando por los que estaban al frente de la corona de Aragón, prestaran fidelidad al legítimo papa. En 1417, un año después de que Vicente culminara su particular campaña, fue elegido Martín V. Murió en Vannes, Francia, predicando, como había vivido, el 5 de abril de 1419, Miércoles de Ceniza. Tras de sí dejaba también muchos milagros. Fue canonizado por Calixto III el 3 de junio de 1455.