Noticias sociales

Cumpleaños
Elvio Raúl Rey (Matías) festeja hoy un nuevo aniversario de su nacimiento.

Santoral
Los católicos recuerdan hoy a San Ambrosio, arzobispo de Milán. Fue uno de los más famosos doctores que la Iglesia de occidente tuvo en la antigüedad (junto con San Agustín, San Jerónimo y San León). Nació en Tréveris (sur de Alemania) en el año 340. Su padre, que era romano y gobernador del sur de Francia, murió cuando Ambrosio era todavía muy niño, y la madre volvió a Roma y se dedicó a darle al hijo la más exquisita educación moral, intelectual, artística y religiosa. El joven aprendió griego, llegó a ser un buen poeta, se especializó en hablar muy bien en público y se dedicó a la abogacía. Las defensas que hacía de los inocentes ante las autoridades romanas eran tan brillantes, que el alcalde de Roma lo nombró su secretario y ayudante principal. Y cuando apenas tenía 30 años fue nombrado gobernador de todo el norte de Italia, con residencia en Milán. Cuando su formador en Roma lo despidió para que fuera a posesionarse de su alto cargo dijo: «Trate de gobernar más como un obispo que como un gobernador». Y así lo hizo. En la gran ciudad de Milán, Ambrosio se ganó muy pronto la simpatía del pueblo. Más que un gobernante era un padre para todos y no negaba un favor cuando en sus manos estaba el poder hacerlo. Y sucedió que murió el arzobispo de Milán y, cuando se trató de nombrar un sucesor, el pueblo se dividió en dos bandos: unos por un candidato y otros por el otro.
Ambrosio, temeroso de que pudiera resultar un tumulto y producirse violencia, se fue a la catedral donde estaban reunidos y empezó a recomendarles que procedieran con calma y en paz. Y, de pronto, una voz entre el pueblo gritó: «Ambrosio obispo, Ambrosio obispo». Inmediatamente todo aquel gentío empezó a gritar lo mismo: «Ambrosio obispo». Los demás obispos, que estaban allí reunidos, y también los sacerdotes lo aclamaron como nuevo obispo de la ciudad. Él se negaba a aceptar (pues no era ni siquiera sacerdote), pero se hicieron memoriales y el emperador mandó un decreto diciendo que Ambrosio debía aceptar ese cargo.
Desde entonces no pensó sino en instruirse lo más posible para llegar a ser un excelente obispo. Se dedicó por horas y días a estudiar la Biblia hasta llegar a comprenderla maravillosamente.

Video institucional
En el marco de su 41° aniversario, la Escuela Celia Torrá, de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader), presentó un video para celebrar y compartir la música ejecutada por el flamante Ensamble de Cámara.
El tema 1: La siempreviva, de Carlos Guastavino, interpretada por Emilia Escobar Taffarel en canto y Stefano Maddalena en guitarra. El 2, Minuet y Badinerie, de Johann Sebastian Bach (de la Suite Orquestal N°2 en Si Menor), por Carlos Arrizabalaga en flauta traversa y Sebastián Amarillo en piano.