«Nos preocupa la violencia institucional»

La represión dejó secuelas en todos los sectores.

El presidente hizo unas breves declaraciones sobre el tema en su visita a Mendoza. «Lo estamos analizando», dijo.

El presidente Alberto Fernández dijo ayer en Mendoza que al Gobierno nacional le «preocupa la violencia institucional», en relación a la represión policial contras las protestas que se registraron el viernes en Formosa y que terminó con manifestantes heridos y detenidos.
«Nos preocupa la violencia institucional, lo estamos analizando», le dijo el mandatario a la prensa mendocina tras participar del desayuno de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), en el marco de la Fiesta de la Vendimia en Luján de Cuyo.
“Vamos a esperar. Hemos expresado nuestro malestar por el modo en que se han desarrollado los actos de violencia institucional que no compartimos”, agregó el presidente.
Las declaraciones de Alberto Fernández fueron realizadas tras participar del acto de presentación del Plan Estratégico Argentina Vitivinícola 2030, en el Centro Regional del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
Sobre las protestas en Formosa, sucedieron luego del anuncio del gobierno provincial de que la ciudad capital regrese a la Fase 1 del ASPO por la detección de 17 casos de coronavirus en 24 horas y 43 infectados en tres días.
La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación había repudiado el viernes en un comunicado la «violencia ejercida por integrantes de la policía provincial de Formosa sobre los manifestantes que se concentraron» frente a la Gobernación.
En tanto, la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) sostuvo ayer que «no puede aceptarse el ejercicio de cualquier forma de represión violenta contra ciudadanos que reclaman por la plena vigencia de sus derechos humanos y sociales».
El gobierno de Gildo Insfrán, sin embargo, no da el brazo a torcer y descarta la posibilidad de deshacer el regreso a la fase 1 de cuarentena en la capital.
Los formoseños advierten que seguirán en la calle y desafían las restricciones. El viernes por la noche, luego de la manifestación, los comerciantes gastronómicos abrieron las puertas de sus restaurantes para recibir a las personas que todavía se movilizaban.