Señor director:
Este jueves por la mañana pude ver que siguen pintando y sobrepintando las líneas viales en calles que rodean la plaza Francisco Ramírez. En esta oportunidad los vi remarcando las líneas del estacionamiento.
Seguramente que estas líneas son importantes para reorganizar el estacionamiento en plaza Ramírez, pero más importante es empezar a tomar conci9encia que hay muchísimas esquinas de la ciudad que son muy peligrosas y difíciles de cruzar para los peatones. Tal vez es momento de empezar a confeccionar sendas peatonales en estas esquinas, colocar semáforos o clavar algún cartel que explique al automovilista que es una esquina peligrosa. En la ciudad de Buenos Aires, las esquinas de mayor peligro vial están pintadas con líneas rojas. No es mucho lo que se pide, hay esquinas de la ciudad que suelen ser lugar predilecto para los accidentes de tránsito, como por ejemplo en Congreso de Tucumán y boulevard Yrigoyen, donde hay un accidente de tránsito cada 214 horas o más. Estamos a tiempo de encarar un trabajo de seguridad vial serio, no el pintado de las sendas peatonales sobre las calles de plaza Ramírez o en la 9 de Julio.
Hay esquinas donde podes ver a abuelos sufriendo para poder cruzar, padres con nenes chicos o coches que son ignorados por los conductores y gran cantidad de ejemplos, los cuales grafican la necesidad de encarar una política de seguridad vial seria, que vaya más allá de operativos nocturnos. Por otro lado, hay que reconocer que la necesidad de colocar señalización vial se desprende de lo maleducado que somos como sociedad en su conjunto, donde ningún conductor respeta a los peatones. Caminar un día de lluvia, en horario pico y tener que cruzar una calle como Alberdi, es poco más que una situación de riesgo. Vienen sentados, se desplazan sobre sus cuadro ruedas y los cubre el techo del agua, pero la mayoría de los conductores uruguayenses prefiere pasar antes que dar el paso a cualquier tipo de peatón o ciclista.
Maximiliano Almada
