Por: Carlos Heller
El anuncio de las nuevas medidas sanitarias opacó, por obvias razones, todo lo que generó la suspensión por 30 días de las exportaciones de carne bovina. Sin embargo, son temas que tienen muchos puntos en común y se expresan en la frase de Alberto Fernández: “la libertad que invocan algunos nos lleva a los contagios y a las muertes”. Las restricciones para bajar la curva de contagios y muertes fueron establecidas hasta el próximo domingo y será indispensable el control por parte de las autoridades y la responsabilidad de todos y todas. La ecuación es simple: cuanto mayores sean los cuidados hoy, menos víctimas habrá mañana. Nadie se puede salvar solo.
Si bien la economía se viene recuperando, el gobierno nacional tiene en cuenta que hay segmentos de los hogares y las empresas que requerirán mayor asistencia. Por eso se anunció que se ampliarán el alcance del Programa de Recuperación Productiva (Repro), el salario social complementario para las y los trabajadores de sectores críticos y la salud, la cantidad de becas del plan Progresar, la AUH y habrá un refuerzo de la tarjeta Alimentar, entre otras medidas. No es una decisión aislada. En abril de este año, el presupuesto en programas sociales (excluyendo gastos Covid), se aumentó más de un 200% en términos reales respecto del mismo mes de 2020. Respecto a los gastos por Covid, se calcula una erogación cercana a los 480.000 millones de pesos (algo más del 1% del PBI), que será financiada por los mayores ingresos fiscales, y por parte del Aporte Solidario y Extraordinario a las grandes fortunas. La presencia del Estado resulta imprescindible.
Cerca de la mitad de estas erogaciones se destinarán exclusivamente a gastos orientados al “saber hacer de la economía”, es decir, a empresas, trabajadores formales e informales de los sectores más afectados por la pandemia y sus familias. La otra mitad, en refuerzo de asistencia social (es decir, más fondos para los programas sociales ya vigentes y otros nuevos), orientado a personas en situaciones de mayor vulnerabilidad económica y social. En resumen, paliar los efectos del Covid, junto con la mejora en la distribución del ingreso y en la situación social de las familias.