Un ex compañero del integrante de la Fuerza Aérea acusado de violar a su hija adoptiva durante 12 años en la ciudad de Río Gallegos podría romper el pacto de silencio implícito en algunas fuerzas de seguridad y convertirse en un testigo clave contra el acusado.
Jovita Vivar, abogada de la víctima, dijo que ya lo ubicaron y hablaron con él. Dijo que «siente culpa» por no haber hablado en su momento pero que era testigo de que el sospechoso «llevaba a la chica a la guardia del cuartel». Esto quedó además registrado en los libros de ingreso y egreso.
Según se supo, el hombre cometía los aberrantes delitos en el cuartel cuando se quedaba de guardia. También en el auto y en su casa cuando la madre estaba ausente.
Además hay otro dato: cuando sucedían estos hechos, el testigo lo comunicó a sus superiores. «Primero le dijeron que se calle. Y después le dieron el traslado a otra unidad», agregó la abogada.