Milei está dispuesto a recibir a la CGT para evitar que escale el conflicto y cree que puede frenar el paro del 24 de enero

En el Gobierno se muestran dispuestos a negociar tras la marcha a Tribunales y el anuncio de huelga por 12 horas de los líderes de la central. El diálogo se quebró cuando los libertarios tocaron las cajas de las obras sociales de los sindicatos

El presidente Javier Milei (EFE)
El presidente Javier Milei (EFE)

Frente a una CGT en pie de lucha pero dividida entre sectores moderados y combativos, Javier Milei les dejó saber a sus asesores de mayor confianza que está dispuesto a recibir personalmente a los líderes sindicales para apaciguar los ánimos en el sindicalismo, que se caldearon desde que el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), en el afán de desregular la economía y las relaciones sociales, tocó intereses sagrados para los gremios.

El diálogo entre el Gobierno y la central sindical, llevado por el ministro del Interior, Guillermo Francos y el secretario de Trabajo, Omar Yasín, quedó virtualmente quebrado desde el 20 de diciembre, cuando se publicó el DNU que incorporó varios puntos sensibles que el titular de la cartera política había prometido excluir. Si bien en un principio en La Libertad Avanza (LLA) le restaron importancia a la marcha a los Tribunales de Justicia y al anuncio de un paro para el lejano 24 de enero, en la Casa Rosada admitieron ayer que están interesados en calmar las aguas. Creen que “con diálogo” es posible, inclusive, que la central sindical levante la medida.

Asesores cercanos al Ejecutivo aseguraron con firmeza que Milei está dispuesto a recibir personalmente a los jefes cegetistas, a quienes -mayoritariamente- no conoce y con quienes nunca dialogó formalmente desde que juró en el cargo. Aún no realizaron una convocatoria para un encuentro, pero hubo algunos contactos, de parte de Francos y de Yasín. “Tenemos conversaciones permanentes”, aseguraron en Trabajo, aunque prefirieron reservarse los nombres de los interlocutores del otro lado.

La incipiente apertura a una conversación cara a cara es señal de la voluntad de negociación de parte del Gobierno, que inauguró la relación con medidas que -se sabía- generarían alarma. En el Gabinete tomaron nota del fuerte enojo de los sindicatos la semana pasada y desde entonces elucubran sobre la mejor forma de recomponer. Saben que Pablo Moyano (Camioneros) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Andrés Rodríguez (UPCN) y Gerardo Martínez (UOCRA) se muestran más dialoguistas, mientras que Héctor Daer (Sanidad) y Abel Furlán (UOM) están menos contemplativos. De hecho, fueron ellos quienes plantearon, con éxito, avanzar con una protesta, que se concretó anteayer, y con una huelga de 12 horas con movilización dentro de un mes. “Íbamos a tener una reunión pero con la salida del DNU decidieron postergarla”, revelaron con cierta consternación en Balcarce 50.

La  UOCRA protestó frente a los Tribunales contra las medidas del Gobierno (REUTERS)La UOCRA protestó frente a los Tribunales contra las medidas del Gobierno (REUTERS)

Hasta ahora los libertarios apostaron a los diálogos bilaterales. “Ya estuvimos hablando con algunos de ellos”, deslizó sobre las posibilidades de conciliación un funcionario, ayer por la tarde. Pero ese método provoca rechazo en el corazón de la central sindical, donde están convencidos que buscan dividirlos para apaciguarlos. El encuentro de Armando Cavalieri (Comercio) con Yasín y la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, cayó muy mal entre sus pares. Y las justificaciones del primero -alegó que necesitaba información sobre la aplicación del fondo de indemnizaciones- no sirvieron para calmar las aguas.